Blake está de viaje filmando en Europa. Ryan se quedó al cuidado de sus hijas, las pequeñas James e Inez, y dice que, la verdad, se la pasa viendo películas en lugar de cuidarlas. “Probablemente Blake esté firmando los papeles del divorcio conforme hablamos”, decía tranquilamente en la Comic Con, a donde fue a promocionar Deadpool 2 hace unos días.

Llevamos mucho escuchando que Ryan Reynolds y Blake Lively se van a divorciar. Lo mejor es que ellos lo han canalizado haciendo bromas de ello en sus redes sociales, con lo que eso conlleva: que todo mundo hable de ellos y sean aún más populares de lo que ya son.

El troleo sobre ellos no es nuevo, menos su manera de abordarlo. Por ejemplo, en 2015, Ryan posó con la actriz Hellen Mirren mientras la miraba tiernamente durante la Berlinale y Blake publicó: “¿Debería preocuparme por que mi marido nunca me haya mirado de esa forma?”.

Ambos están en un gran momento de sus carreras. Blake filmaThe Rythm Section con Jude Law como coprotagonista, tiene una película más en espera de que se estrene (A simple favor) y está anunciada como protagonista de una más, The husband’s Secret.

Mientras tanto, Ryan acaba de pasar por el éxito que obtuvo en Deadpool 2 y tiene ocho proyectos en puerta entre cine, televisión y doblaje, entre ellos la posible secuela de Deadpool y X-Force, de la exitosísima franquicia X-Men.

La buena noticia es que esta exitosa y simpática pareja no se va a divorciar, al menos por ahora.