La entrega 2023 del Ariel, máximo galardón del cine mexicano, estuvo a punto de no realizarse por problemas económicos. La historia comenzó cuando, durante la pasada ceremonia de premiación, Leticia Huijara, presidenta de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, anunció de manera sorpresiva una pausa para la misma ante la falta de solidez económica.
Si en 2016 la Academia había recibido 10 millones de pesos por parte del gobierno, para el 2022 el Imcine solo dio en especie más de un millón de pesos, traducidos en las estatuillas entregadas a los ganadores.
La también actriz anunció semanas después que en definitiva se suspendían todos los procesos del Ariel 2023, al no contar con los recursos de logística necesarios, y mucho menos pare el evento. El aviso llevó a que cineastas, actores y actrices, así como productores como Guillermo del Toro, se pronunciaran en contra de las acciones gubernamentales.
El realizador y ganador del Óscar por La forma del agua expresó en sus redes sociales que, con el fin de no parar la ceremonia, él estaba dispuesto a pagarla. El antecedente más parecido había sido durante el sexenio de Vicente Fox, cuando la entonces presidenta de la Academia, Diana Bracho, tuvo que presentarse ante Consuelo Sáizar, titular de la Secretaría de Cultura federal para que soltara el dinero asignado para la entrega y que no había llegado. Lo consiguió.
En esta ocasión los titulares de Cultura e Imcine le dijeron a la Academia que no habría más dinero y que podían aplicar al Focine, programa de fomento y apoyo al cine nacional, el cual no está asentado en la ley. “Pero no hay garantía de que lo den”, dijo en su momento Huijara.
En febrero, la compañía EFD dio un aporte económico con lo que se levantó la convocatoria para esta ceremonia. Y la Academia, conformada por cerca de un millar de miembros de todas las áreas del cine, comenzó a recibir la cuota anual de su gente. Esta noche, tras meses de ajetreo, el Ariel premiará 24 categorías, y la cinta Huesera es la más nominada.