Eraclio Zepeda fue una persona prolífica en su vida literaria. Nació en seno de una familia tuxtleca que le brindó apoyo y soporte para llevar a cabo sus objetivos, uno de los cuales fue estudiar antropología.
Este fue uno de su primeros y más importantes pasos en su vida porque lo llevó a vincularse con las causas sociales y de ahí a la política. Otra de las avanzadas significativas fue cuando, siendo él muy joven, pero ella más joven aún, contrajo nupcias con Elva Macías.
Fue a partir del enlace que el matrimonio emprendió un viaje por distintos rincones del mundo, llegando a entablar grandes y duraderas amistades con representares de las letras y las arte de diferentes latitudes del globo.
Así conocieron, por ejemplo, en Moscú, Rusia, al poeta Pablo Neruda, quien llegó a firmarles un autógrafo con la que fue su característica rúbrica en tinta verde y una flor. Esta amistad prosiguió por algún tiempo y los hizo compartir anécdotas con otros personajes.
En Chiapas, su faceta fue otra, más amable pero también más comprometida con su trabajo literario y social. Respecto al ámbito familiar, Elva relató que fue difícil porque siempre lo es, pero también fue divertido, lleno de momentos alegres y agradables, felices, como cuando la familia creció.
Estos y otros momentos importantes en la vida del que fuera cuentista, narrador, poeta y político tuxtleco se encuentran en el libro Eraclio Zepeda. Iconografía, una recopilación fotográfica, de caricaturas, postales y demás material personal que Elva Macías, su viuda y también poeta, realizó.
El libro fue presentado por Macías la tarde del viernes en el auditorio del centro cultural Jaime Sabines de esta ciudad capital. Los encargados de introducir la obra fueron Roberto Rico, Zoe Robledo y Juan Carlos Cal y Mayor Franco.
Durante su participación Zoe Robledo recordó la faceta política del escritor, que definió como coherente, porque qué más va a ser la concordancia de su ideales con sus acciones, siempre cociente de su entorno social y siempre dispuestos a cambiarlo, y así es como el senador recuerda a Eraclio Zepeda.
Por su parte el director general del Coneculta Chiapas, Cal y Mayor Franco, recordó cómo dio inicio este proyecto. Una tarde, siendo él invitado a comer a casa de los Zepeda Macías, todavía con vida Eraclio, vio cartas, dibujos, caricaturas, fotografías y una larga lista de etcéteras que lo hizo invitar a sus padrinos a un proyecto iconográfico. Aunque la organización empezó poco después, Laco, como se le ha llamado afectuosamente, no pudo ver terminado el proyecto, que quedó en manos de Elva. Ella mencionó que este no será el último libro sobre o de su esposo que vea la luz, pues hay un par de obras inéditas suyas, aunque sin fecha próxima de publicación.