Nuevas formas de leer poesía, de Carmen Alardín, fue uno de los libros que se presentaron en la Feria Internacional del Libro Unicach 2018. El acto contó con la presencia de Zaira Eliette Espinosa Leal, quien compartió con los jóvenes un poco del trabajo de la escritora de Tampico.
Destacó que tal volumen, publicado por la Universidad Autónoma de Nuevo León, fue creado a partir de la compilación de varios ensayos pequeños —muy poéticos—, acerca de autores menores y mayores que Carmen, usando conceptos poéticos que ella conocía y los cuales llevaba a los talleres que impartía en varias partes del país o que publicaba en varias revistas, resultando así este libro.
Zaira Eliette dio lectura a la introducción, escrita por la propia Alardín: “Lo que aleja a todo lector, por más devoto que sea, es tanto la falta de claridad de los poemas como la oscuridad de los términos que emplean ciertos críticos y comentaristas para juzgar los poemas. La nueva terminología que presentamos en este libro es sencilla y no solamente se aplica a la literatura, sino a las artes similares, y posiblemente disímiles”.
Agregó que Carmen se basó, para establecer los citados lineamientos, en las técnicas del barroco, el romanticismo, los modernistas y los contemporáneos. En ese sentido, la presentadora expuso algunos puntos a considerar para la lectura de un poema: contraste, similitud, sugerencia, definición, amplificación de la realidad, juegos de palabras, transmutación de los sentidos —que es lo que en otros tiempos llamaban sinestesia—, transposición de tiempos, armonía de los contrastes, percepción y realización entre otros.
Añadió que el texto presentado se divide en tres generaciones: la primera es la de escritores que van desde 1940, entre los que encontramos a Miguel Covarrubias, Dionicio Morales, Elva Macías, Antonio del Toro, Miguel Ángel Flores, David Huerta y Marco Antonio Campos; en la segunda parte están los de 1950, como Gloria Gómez Guzmán, Vicente Quitarte, Eduardo Casar, Víctor Manuel Mendiola, Jaime Garza, Juan Domingo Argüelles, Fabio Morábito, Jorge Valdés Díaz-Vélez, Javier Sicilia, Lucía Rivadeneyra, Margarita Villarreal y José Javier Villarreal; y la tercera está dedicada a 1960, con Leticia Herrera, Sergio Cordero, Óscar Efraín Herrera y Natalia Toledo.
La autora incluye en el libro un breve análisis, así como una selección poética de cada autor al que cita. Acerca de su propia trayectoria, Carmen Alardín fue una maestra muy reconocida y querida a nivel nacional; entre sus laureles están el Premio Xavier Villaurrutia, obtenido en 1984 por su obra La violencia del otoño, así como la creación de un certamen nacional de poesía con su nombre.
Además, es autora de las obras literarias Pórtico labriego (1953), Celda del viento (1957), Todo se deja así (1964), No pude detener los elefantes (1971) y Entreacto (1982).