Han pasado pocas semanas desde que el hijo de la princesa Mette-Marit fue detenido por acusaciones de abuso. Fue en agosto pasado cuando las autoridades decretaron prisión preventiva con prohibición de visitas para Marius Borg.
Pese a esta medida, el joven quedó en libertad a finales de noviembre, después de que la policía renunciase a pedir una extensión de la prisión preventiva de una semana dictada por un juzgado por la presunta comisión de dos violaciones. Sin embargo, el joven de 27 años, además, está siendo investigado por otro delito sexual contra otra mujer.
En total hay siete agraviados, entre estos seis mujeres, en el caso contra Borg imputado también por lesiones y daños a tres exnovias, así como amenazas a un hombre. Tras estas acusaciones, la princesa de Noruega, su mamá, ha rendido sus primeras declaraciones, mencionando lo duro que ha sido este proceso.
Mette-Marit admitió que 2024 ha sido un año “muy duro” y que la familia ha recibido “ayuda profesional” del sistema sanitario, después de que Marius Borg fuera acusado de varios delitos sexuales. “Ha sido duro. No se puede decir otra cosa. Ha sido muy, muy duro para nosotros”, declaró la esposa del príncipe heredero de Noruega, Haakon Magnus, al programa El año con la familia real de la cadena estatal NRK.
Además, Mette-Marit también contó que durante un “largo tiempo” la familia ha recibido ayuda profesional del sistema de salud. “No creo que hubiésemos sido capaces de soportar una situación así sin esa ayuda, juntos como familia, y al mismo tiempo mantener nuestras obligaciones para con el pueblo noruego”, señaló la princesa, cuyo hijo Marius es fruto de una relación anterior y no forma parte oficial de la familia real.
Marius Borg no tiene compromisos oficiales con la Casa Real, aunque acude a algunas celebraciones como los cumpleaños de sus hermanastros y siempre ha mantenido una buena relación tanto con Haakon Magnus de Noruega como con los reyes Harald V y Sonia.