Desde que salió a la luz el escándalo del pederasta ya fallecido Jeffrey Epstein, el príncipe Andrés ha estado en el ojo público, pues también se le ha acusado de tráfico de menores y abusos sexuales.

La nueva docuserie de Netflix llamada Jeffrey Epstein: filthy rich, cuenta la historia de presuntas víctimas menores de edad del exfinanciero estadounidense, así como de los empleados que presenciaron el abuso en la “Isla de los pedófilos”, de Epstein.

Uno de ellos es el exempleado Steve Cully, quien recuerda haber visto al príncipe Andrés “agarrar” y “pelear” contra una joven cerca de la piscina. “Jeffrey Epstein era un tipo que ocultaba su desviación bastante bien”, dice Cully.

Mientras que Virginia Roberts Giuffre, quien acusó a Jeffrey Epstein de traficarla con el duque de York, y dijo a la producción que fue llevada a la isla varias veces en contra de su voluntad.

“Realmente es una isla orgía, porque eso es lo que sucedió allí. Eso es lo que esa isla significaba para mí”, comentó Giuffre. Steve Cully trabajó en “Pedophile Island” de 1999 a 2005, y confirmó la historia de Giuffre, incluso, explicó que él administraba el sistema de comunicaciones de la isla, una responsabilidad particularmente importante.

“Quería una red celular privada. La privacidad era muy importante para Epstein. Estuve en la isla probablemente 100 veces. Estuve en todos los edificios que existían en la isla en ese momento”, reveló el exempleado de Epstein.

Cully reveló que vio en varias ocasiones al hijo de la reina Isabel ll en la Isla: “Jeffrey se juntaba con muchas figuras poderosas y conocidas, tanto política como financieramente, y quiero decir, realeza británica. Probablemente alrededor de 2004, vi al príncipe Andrés. Estaba en la piscina, él estaba con, en ese momento, una chica desconocida para mí. Ella era joven. Ella no tenía ningún top. Estaban involucrados en juegos previos. La estaba agarrando y peleando”, añadió Cully.

Ahora Steve revela que cree que esa mujer era nada más y nada menos que Virginia Roberts Giuffre, quien afirmó en una entrevista de la BBC que se vio obligada a ser la “esclava sexual” de Epstein a principios de la década de 2000.