Además de renovar y entregar más presupuesto a las escuelas de artes del Inbal y del INAH, de actualizar sus planes de estudio, crear más escuelas de iniciación en los estados, comprar instrumentos y mejorar sus laboratorios, Claudia Curiel, titular de la Secretaría de Cultura federal, habla de los pendientes heredados y adelanta a Excélsior que su apuesta para 2025 será abrir las puertas del Complejo Cultural Chapultepec a muchos artistas para darle vida a la nueva infraestructura.
Por ejemplo, promete crear un espacio para el jazz mexicano en el Pabellón Escénico, programar la obra de compositores de música de concierto y experimental, recuperar el teatro escolar, realizar cineconciertos en la Cineteca Chapultepec e impulsar a compañías independientes. “Mi responsabilidad es que toda esa infraestructura tenga la vida que merecen el público, los artistas y las comunidades, que éstas sean bien retribuidas, con espacios listos para recibirlos a nivel técnico, y así apropiarnos de todos esos espacios que se abrieron”, asegura.
¿Será a través de las cuestionadas convocatorias?, se le cuestiona. “Serán cosas distintas. Una son las convocatorias, aunque muchas van a crecer, pero también habrá otra manera de integrar a los artistas, a través de curadurías e invitaciones, ya que no todo tiene que ser solo con convocatorias; tenemos que amplificar e integrar a la comunidad en estos espacios”, señala.
Uno de los pendientes que hereda la actual titular es la apertura de la Bodega Nacional de Arte (BNA) que abriría en enero próximo, aunque estará lista hasta abril. Otra deuda de la administración de Alejandra Frausto es el destino que se dará al predio La Mariscala, ubicado a espaldas del Palacio de Bellas Artes.
“Es un proyecto que estoy retomando. Pronto tendré una reunión con las distintas áreas, porque se hizo un análisis de pertinencia (ingeniería, obra cultural); es un gran proyecto de recuperación del espacio”, aseveró.