Un sello distintivo de la capital chiapaneca que anuncia la entrada de un año nuevo, junto con la llegada de una nueva estación, es el florecimiento de los árboles que están sobre la acera de la avenida central, conocidos como primaveras.
Sus copas estarán llenas de flores amarillas durante las siguientes semanas, lo que provocará la admiración de los capitalinos, muchos de los cuales aprovecharán el momento para tomar fotografías.
Este espectáculo cada año enamora a los habitantes de Tuxtla Gutiérrez, por lo que las autoridades municipales siguen sembrando más especies en la zona metropolitana. Tan solo en la pasada administración fueron colocados 60 mil nuevos árboles que seguirán embelleciendo la ciudad de los conejos.
Especies
En diversas ciudades de la República Mexicana, estos ejemplares son conocidos como “primaveras”, ya que su floración coincide con la entrada de esta estación del año. El árbol se distribuye desde México hasta América Central.
Su nombre científico es Tabebuia donell-smithii Rose, pero en la actualidad ha tenido varios cambios debido a que en el campo de la taxonomía se ha avanzado en la identificación genética de cada tipo de planta.
En el estado de Chiapas existen dos especies de primavera: Tabebuia chrysantha originaria de la Depresión Central y Tabebuia donnell-smithi de la zona costa. Ambas pueden identificarse por el color amarillo intenso de sus flores, que adornan las ramas sin hojas.
Aunque no son propias de esta región del estado, se han convertido en un sello distintivo de esta época del año en la capital.
Características
En el libro Los diversos y floridos árboles de los parques de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, de Montserrat Gisper, Hugo Rodríguez y Alma Rosa González, publicado por la Facultad de Ciencias de la Universidad Autónoma de México, los investigadores refieren que su nombre étnico en lengua zoque es “totcui”, y en maya, “ahuan-ché”.
Puntualizan que este es un árbol nativo de America Tropical que tiene entre 20 y 30 metros de altura, su corteza es lisa y casi blanca. Las hojas son compuestas de 5 a 7 hojuelas de forma elíptica, de unos 20 centímetros de largo.
Sus flores son grandes, ya que miden de 5 a 7 centímetros y son de un color amarillo veteado; son tubulosas y ensanchadas hacia arriba, formando grandes inflorescencias paniculadas. Su fruto es largo y angosto, con 5 o 6 costillas. La primavera habita en las selvas altas semisecas de la Depresión Central del estado.
Su madera es de color blanco, cremoso o amarillento con vetas obscuras y se caracteriza por ser de muy buena calidad; es ligera de peso, firme, fácil de trabajar y toma buen pulimiento. Su defecto es que tiende a pudrirse, por lo que no es recomendable emplearla en exteriores. Se usa para fabricar muebles o decorar pisos en interiores.
Cada año es diferente
En el 2024, justo por estas fechas, los habitantes de la ciudad de Tuxtla ya se maravillaban con este espectáculo, pues la floración se adelantó algunas semanas. Esto preocupó a los biólogos, quienes afirmaron que esta situación se debió a las consecuencias del cambio climático y del calentamiento de la Tierra, lo cual provocó que las temperaturas aumentaran y se apresurara la floración.
Esa etapa aún no ha llegado este año, pero se espera que en un futuro cercano los árboles nos maravillen con su nueva tonalidad.