QiPO se rige por la independencia
El evento se traslada los domingos al mercado de La Lagunilla. Cortesía

La feria de arte QiPO (que hace referencia a la palabra “equipo”) se lleva a cabo en el edificio Temoskali (Ayuntamiento 114, colonia Centro, Ciudad de México). A diferencia de otras actividades que tienen lugar en la Semana del Arte, QiPO no cobra entrada y se especializa en mostrar creaciones de artistas independientes.

La feria se caracteriza por ser muy divertida y relajada, asegura Laura Reséndiz, directora de la misma. Las propuestas pueden desde formatos clásicos, como dibujo y pintura, hasta performances de trueque de un objeto por una pieza imaginaria (de la artista Mercedes Aquí) y las más arriesgadas como un bebé palestino, el fanzine más chiquito del mundo (de Anairam) o una caja con un alacrán y una tarántula (de Doctor Von).

La Galería Tianguis Neza, que vende arte en el mercado de la Lagunilla, ofrece desde pintura hasta cerámica. Entre sus creaciones más destacadas se encuentra el trabajo de Viviana Martínez, que consiste en dos láminas de metal con golpes, que recuerdan a las manifestaciones feministas, y una obra en madera con la frase “Lo quemaremos todo”.

También con el formato de changarro se presenta la Galería Jaime Nunó, con piezas de diversos creadores que abarcan dibujos, exvotos e incluso jabones Rosa Venus con la frase grabada “Para amantes del arte”, con un precio de 300 pesos. Finalmente, la galería La Buena Estrella presenta la polémica obra Bebé palestino, cuya existencia incluso fue reporteada por medios de comunicación internacionales.

La galería Awol, que viaja desde la ciudad de Los Ángeles, presenta un mural titulado El sol de la noche. La pintura presenta una escena apocalíptica con referencias al terremoto del 85 (se ve el Hotel St. Regis derrumbado); se trata de una colaboración de Jim Ovelmen y Ricardo Sierra. Para admirar la obra en otra dimensión, la galería invita a los asistentes a colocarse un visor de realidad virtual.

Entre los performances más destacados se encuentra Cuando el otro se desvanece, de Celeste Flores, quien viste una bata quirúrgica y cubrebocas para cortar más de 300 siluetas de bebés, niños, hombres y mujeres, dibujados en papel rojo. De acuerdo con la creadora, quien cita al Inegi, esa será la cifra de mexicanos que perderán la vida entre el 8 y 11 de febrero (el tiempo que dura la feria), por violencia, inseguridad, impunidad y corrupción.

El dúo japonés MES presenta un performance que consiste en colocar velas sobre el cuerpo hasta que se derritan. Las velas forman la palabra “Cease”, que hace referencia a “Cease the fire”, una consigna para pedir la libertad de Palestina. En otra pieza de los artistas, un rayo láser escribe en una gran barra de cera la frese “The Boundaries”, pues otros de sus temas de interés son las fronteras.

“A veces uno piensa que se necesita un gran capital para iniciar, pero a veces también solo se necesita organizarse y colaborar. Queremos demostrar con QiPO es que los artistas y la industria nos podemos organizar de otras formas para buscar soluciones y hablar de la autogestión”, explicó Reséndiz.

La feria también aboga por la independencia artística, pues es importante que los creadores tengan una línea de trabajo sin condicionamientos, señaló la directora. “Cuando el público y el mercado te piden más, es muy fácil caer en la repetición del discurso. Entonces el poder tener la libertad de elegir la temática o los formatos a trabajar sin tener que pensar en un mercado final, da libertad de expresión”, aseguró Reséndiz.

Al centro también hay una pista de baile donde hay DJ, en colaboración con TuttoFritti Radio (TFR). La feria es totalmente gratuita, lo que es posible gracias a la colaboración con patrocinadores y con becas. Sin embargo, si el asistente lo desea, puede pagar una cuota voluntaria.