¿Qué significa el papel picado?

El papel picado es un símbolo cultural netamente mexicano. Cortesía
El papel picado es un símbolo cultural netamente mexicano. Cortesía

La celebración del Día de Muertos llegó y las personas ya hicieron su altar para la ofrenda con la que recibirán a sus queridos. Aquí te contamos el origen y el significado de uno de los elementos más representativos de esta actividad: el papel picado.

¿Cuál es el origen del papel picado?

Su origen es una fusión cultural. Antes de la Conquista, los mexicas ya “picaban” la corteza del árbol de amate para crear ofrendas ceremoniales. Esta técnica evolucionó drásticamente en el siglo XIX con la llegada del fino papel de seda de China. La práctica adaptó nuevas herramientas para hacer cortes más detallados, llevando el arte a otro nivel.

Hoy, el papel picado es un símbolo cultural netamente mexicano. Su tradición se asentó y floreció en el estado de Puebla, con San Salvador Huixcolotla como el corazón indiscutible de esta labor.

Más allá de ser un simple adorno, los colores y las figuras de esta artesanía la hacen única, poseyendo una simbología que combina raíces prehispánicas, evoluciones artesanales y un profundo sentido cultural.

¿Por qué se pone en la ofrenda?

En las ofrendas, el papel picado cumple una función estética y simboliza el elemento aire, uno de los cuatro elementos representados en los altares de muertos. Su ligero ondear es lo que nos indica que las almas de nuestros seres queridos han regresado.

Los colores y sus significados

Por otro lado, el color del papel puede llegar a simbolizar diferentes cosas en cada región. Algunos ejemplos clave son los siguientes: morado, que representa el duelo y la espiritualidad, y naranja, el cual simboliza la energía y la vida. Este último tiene una fuerte asociación con la flor de cempasúchil, que es la flor que guía a las almas.

El amarillo alude a la esperanza y, en algunos casos, es la representación de los ancianos. Otro significado puede ser el camino que las almas recorren hacia el mundo de los vivos.

Asimismo, el rosa simboliza la alegría de reencontrarnos con nuestros difuntos. El blanco se relaciona con las almas de los niños, por la pureza. El negro representa la conexión con el mundo de los muertos. Y el azul se asocia a las personas que murieron ahogadas.