Si hay una actriz activa de la época de oro del cine mexicano que no deja de trabajar es Queta Lavat, quien cumplió 93 años este 23 de febrero. Enriqueta Margarita Lavat Bayona nació en la Ciudad de México en 1929 y desde muy niña se interesó por la actuación y el baile. Su primera participación en la pantalla grande fue a los 15 años a lado de su prima y gran amiga, María Elena Marqués, en la cinta Las colegialas.

A lo largo de 78 años de carrera artística, Queta Lavat no solo actuó en películas sino que también le prestó su voz a personajes de series en las décadas de 1950 hasta 1980. Entre sus personajes más representativos destacan la madre de familia Ultra de los Supersónicos, la señorita Rottenmeier de la serie animada Heidi y la mamá de Mafalda en la versión mexicana.

Si hay algo de que se enorgullece a la ganadora del Ariel de Oro por su trayectoria es haber compartido escenario con actores de la talla de Pedro Infante, la dinastía Soler, “Tin Tan”, Sara García, “Cantinflas”, Arturo de Córdova, Silvia Pinal y Pedro Armendáriz, entre muchos otros.

En su filmografía Queta participó en cerca de 160 películas y sin duda, la más importante de ellas fue Dos tipos de cuidado (1952), dirigida por Ismael Rodríguez. En esta cinta, actuó con Pedro Infante, Jorge Negrete, Carmelita González y Yolanda Varela.

A diferencia de otras actrices de su época, que tras casarse se retiraban, Queta y su marido supieron darle un equilibrio a su carrera y fue así como siguió participando en películas y posteriormente en teatro, telenovelas y programas unitarios como La rosa de Guadalupe.

En una entrevista realizada durante un homenaje que le rindieron hace algunos años, Lavat se mostró sorprendida y agradecida con la vida porque todavía sigue vigente. “Esta carrera es muy bella, muy satisfactoria en todos los aspectos, pero requiere de mucha disciplina y estudio”, declaró.

Para esta estrella cualquier nuevo reto es una buena oportunidad para aprender e interactuar. En una conversación con Karina Guidi, Queta reconoció que le encanta la tecnología y presume además que sabe usarla bien, a diferencia de amigas contemporáneas que se asustan por emplear un smartphone.

Así es ella, una actriz de primer nivel que pasó de ser la señorita inocente en sus primeras películas a la adorable abuelita en sus recientes trabajos. Queta no le tema a nada, ni a papeles, ni a directores, ni a tipos de cuidado.