En Comitán de Domínguez se llevó a cabo el XXIV Festival Intencional de las Culturas y las Artes Rosario Castellanos, en cuyo marco fue entregado el Premio Internacional de Novela Breve Rosario Castellanos.
Este año, el jurado calificador, que estuvo conformado por Ave Barrera, Gilma Luque e Imanol Caneyada, decidió de manera unánime otorgar el premio a Mariana Porcelli.
La escritora argentina dijo sentirse contenta por haber obtenido este reconocimiento. La ceremonia se llevó a cabo en el Foro Literario, ubicado en los pasillos del Centro Cultural Rosario Castellanos, en donde Porcelli expresó que leyó por primera vez a Rosario Castellano hace 15 o 20 años aproximadamente.
“La leo por primera vez en ‘Mujer que sabe latín’. Ella hace una recopilación de las mujeres que viene leyendo, que es bellísima y extraordinaria. Yo quiero marcar las mujeres que escriben, las mujeres que escriben y no publican, o las mujeres que publican poco y nadie las conoce, de todas esas experiencias estamos hechas. Yo creo que sin todo eso que me ocurre, sin todos esos puntos de vista, sin todo esto que le estoy contando no sería quien soy. ¿Qué pasa con las perspectiva de las mujeres? Ustedes seguramente habrán notado que la mayoría de las historias tienen protagonistas varones y ahí es donde entra en juego la figura de Rosario Castellanos para mí”, sostuvo.
Asimismo, enlistó algunas autoras como Julia de Burgos, Idea Vilariño, Coral Aguirre y Ana Gloria Moya, que vienen escribiendo y reflexionando sobre la lengua y sobre la historia. “Yo creo que es importante decir que tenemos un proceso colonizador común en todo el continente, tanto en Argentina como en México, y en eso estamos hermanados, a pesar de las diferencias”, señala.
La autora reflexionó sobre la escritura, pues considera que “una escribe como habla”, ya que la oralidad es la defensa de la experiencia y de los territorios. “Es la defensa de lo que yo viví y se decía de esa manera, aunque los diccionarios en España me digan que son argentinismos o mexicanismos. La oralidad para mí es una defensa muy fuerte dentro de la escritura”, refiere.
Respecto a su novela De la ansiedad, destacó una frase de la filosofía andina, la cual sostiene que la repetición no está atrás sino adelante. “Con esa idea, la filosofía andina piensa qué hacemos con la historia, qué hacemos con la repetición de la historia. Por eso ustedes en el acta escucharon que la estructura de la obra es caótica o riesgosa, porque trata de pensar qué se hace con la repetición, con la repetición de los hechos históricos, que vienen como desde el fondo de la historia y tenemos que darle un corte para que las cosas cambien y estén mejor”, sostuvo.