Antes de que Rami Malek ganara el Óscar por su interpretación de Freddie Mercury en Bohemian Rhapsody, el actor estadounidense, hijo de inmigrantes egipcios, acumuló papeles secundarios que, en su mayoría, reproducían estereotipos de hombres árabes vinculados al terrorismo o al extremismo. Cansado de estos roles, decidió rechazar cualquier personaje que perpetuara una imagen negativa de los árabes o de Oriente Medio.

Fue una decisión que implicó riesgos. Durante un tiempo, supo que eso podía traducirse en menos trabajo, menos visibilidad, menos oportunidades. Pero también fue una forma de tomar distancia de los roles que, por su origen étnico, le eran asignados con frecuencia. “Durante años me rechazaron por no ser lo suficientemente árabe para ciertos papeles, ni lo suficientemente caucásico para otros”, reconoció el actor en entrevista.

Ahora, en The amateur, cinta que llegará a cines el 10 de abril, interpreta a un personaje que encarna muchos de los principios por los que él mismo ha tenido que luchar fuera de pantalla: romper con estereotipos, desafiar expectativas y abrirse paso.

En el thriller, da vida a Charles Heller, un criptógrafo de la CIA que pierde a su esposa en un ataque terrorista. El trabajo del director James Hawes fue clave para lograr esa visión. Según Malek, hubo un compromiso mutuo por alejarse de los clichés del cine de espionaje, algo que lo dejó satisfecho.