Recordarán a Juan Bañuelos
Uno de los últimos homenajes que recibió en vida el poeta chiapaneco fue precisamente en la Facultad de Humanidades. Cortesía

A dos años de su partida, la Licenciatura en Lengua y Literatura Hispanoamericanas de la Facultad de Humanidades de la Unach ha organizado un homenaje luctuoso al poeta Juan Bañuelos, que se realizará el próximo viernes a las 18:00 horas en el auditorio del Edificio I.

El programa estará constituido por la proyección de un video inédito en el que Bañuelos lee poemas de su autoría, un conversatorio con la asistencia del poeta Óscar Oliva y el catedrático Mario Nandayapa, y una lectura de poesía por alumnos del 4º semestre de la LLLH, moderado por el doctor Armando Altamira Rodríguez.

La última visita y lectura que ofreció el poeta Juan Bañuelos en Chiapas fue en la Facultad de Humanidades el 28 de octubre del 2011; en esa oportunidad se le ofreció un cálido homenaje.

Juan Bañuelos Chanona, nacido el 6 de octubre de 1932 en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, falleció el 29 de marzo de 2017 en la Ciudad de México.

Es de considerar a Juan Bañuelos como una de las voces más poderosas de la poesía en lengua castellana; es un literato de tinta y de tintero. Es un poeta y sabe que “las palabras son hijas de la vida”. Su voz se instaló en la historia, pero no de cualquier manera: él oye el habla de las cosas y está atravesado por el tiempo de todos. No solo el de hoy. Este chiapaneco recorrió la realidad con ojos antiguos muy presentes y provoca el encuentro de misterios. “El misterio imita al hombre”, dijo en su oportunidad.

Bañuelos realizó estudios de derecho, ciencias políticas y letras en la UNAM, donde fue profesor de literatura española y mexicana. Perteneció al grupo la Espiga Amotinada. En 1953 publicó el poema “Esencia Real” en la revista Poesía en América (número 3, año II), una de las más importantes del continente. En 1956 en el número 6 de la revista Ateneo, Rosario Castellanos presentó a Juan Bañuelos junto con Daniel Robles Sasso como jóvenes poetas, promesas de la literatura chiapaneca, es por esta razón es que a Juan Bañuelos se le considera miembro del Ateneo de Ciencias y Artes de Chiapas.

Dirigió talleres de poesía en la UNAM y la Unach. Obtuvo el premio Nacional de Poesía Aguascalientes en 1968 y Premio Chiapas 1984, y entre su obra publicada está Poesías (1987), La Guitarra Azul (1986); “Puertas del mundo”, en La Espiga Amotinada (1960), “Escribo en las paredes”, en Ocupación de la palabra (1965); Espejo Humeante (1969); No consta en actas (1971); Destino arbitrario (1982); Poesía de Juan Bañuelos (1988), Donde muere la lluvia (1992) y El traje que vestí mañana (2000), entre otros libros de poesía.

Cuando se lee a Juan Bañuelos, uno de los personajes más relevantes de nuestra cultura chiapaneca, también uno de los más extraños, es porque responde al impulso vital de asistir y recrear la precipitación del presente: “una navegación poética real”. Para el poeta, lo más importante no es lo que se “dice” en el poema, sino lo que en él “ocurre”, dice Ballar en su tratado sobre ironía... la eficacia de la máscara, del simulacro, de la finta.

Para los poetas de la actualidad el criterio de verdad se anula, se desdibuja ante la relativización de todo acontecimiento humano y natural. El papel firme y bien definido que en épocas pasadas le fue concedido al pensador, al científico y al poeta se ha difuminado. Hoy, el poeta es un observador falible. El hombre es el intérprete de una identidad creada por él mismo.

Bañuelos ve a la poesía como esa manifestación o acto de creación que va más allá del eje lingüístico primario. En un despropósito que lleva a otra situación más abstracta y, por ende, más significativa. Es un universo distinto, indudablemente, propuesto por él.