Antes de su matrimonio con Víctor Manuel Álvarez Puga, Inés Gómez Mont estuvo casada con Javier Díaz Bravo, el padre de sus primeros cuatro hijos, quien la hizo probar su suerte pues, a su lado, la conductora tuvo que ver por sus pequeños sin la ayuda de su pareja, quien al poco tiempo que nacieron sus trillizos perdió interés de involucrarse familiarmente.
Inés y Javier se casaron en 2008, época en que la conductora se había ganado un lugar importante en TV Azteca. Sin embargo, tuvo que optar por alejarse de la televisión cuando, sus doctores, le dijeron que su embarazo era de alto riesgo y Gómez Mont supo que debía enfocarse en la salud de Inés, la bebé que esperaba.
Fue cuando esperaba a sus trillizos Javier, Bruno y Diego cuando su matrimonio se fracturó por completo pues, mientras Inés tenía que arreglárselas para tener tiempo de ir a trabajar y volver y estar presente para sus hijos, su esposo se enfocaba en jugar videojuegos y dormirse hasta altas horas, así lo contó la comunicadora en una entrevista con Mónica Noguera.
Confesiones
“Nuestra relación tomó un panorama en que éramos más como ‘roommates’, él jugaba Playstation toda la noche y se conectaba en línea, entonces le daban las seis de la mañana y seguía jugando, y yo a las seis de la mañana me estaba yendo a trabajar. Llegaba en la tarde corriendo por Inecita, él se levantaba a las dos de la tarde, ya que la bañaba, la dormía, entonces él se iba a la fiesta”, explicó.
Luego de los dos meses que sus trillizos pasaron en terapia intensiva —debido a que fueron prematuros—, y pudo llevárselos a casa, fue cuestión de cuatro meses para que Díaz Bravo dejara la casa, con la excusa de que había abierto una nueva discoteca en Monterrey y necesitaba mudarse para cerciorarse que el negocio marchara correctamente.
“Dejamos de saber de él un rato, luego apareció como seis meses después, yo le mentaba la madre, le decía ‘¿dónde estás?, estoy aquí con tres niños conectados a monitores, estoy con una responsabilidad enorme, traigo unas preocupaciones terribles, tengo unos gastos terribles’, llegó un momento que me vi sola, con la responsabilidad de cuatro niños y me dio mucho miedo”, dijo.
Sin embargo, fue hasta que descubrió que su ex le había sido infiel con una amiga en común cuando decidió que tenía que dar por terminado el matrimonio.











