El Centro Estatal de Lenguas, Artes y Literatura Indígenas (Celali) refiere que “el carnaval nos recuerda la belleza de nuestras raíces” y “la importancia de la celebración y la alegría de compartir con los demás”, con respecto a la festividades de Tzajalchén, en el municipio de Tenejapa, Chiapas, que conectan a la comunidad con sus orígenes e historias ancestrales.
En una publicación, el Celali, destaca que “en cada rincón del mundo, esta manifestación trae consigo un torbellino de colores, música y tradiciones, que invita a sus habitantes a conectarse con su historia, sus raíces y su identidad cultural”. Añade que este evento, el cual está lleno de alegría y creatividad, es mucho más que una celebración, ya que es un tributo a la vida, a la comunidad y la diversidad que nos define como seres humanos.
Detallan que en lugares como Tzajalchén, la festividad es una ocasión para reunir a la comunidad, honrar a los ancestros y celebrar la armonía entre la humanidad y la naturaleza, a través de rituales, danzas y ceremonias en las se manifiesta el respeto por la tierra, la gratitud, por la cosecha y la esperanza de un futuro próspero.
“Los trajes multicolores, las máscaras y los símbolos tradicionales como el torito y las maruchas son parte fundamental de esta celebración que combina lo sagrado con la festividad, lo festivo con lo espiritual o mundano. Cada detalle y cada gesto tienen un significado profundo que trasciende el simple entretenimiento, convirtiendo el carnaval en una experiencia cultural y emocionalmente enriquecedora”, exponen.
Asimismo, afirman que “al unirnos en la celebración del carnaval, no solo nos sumergimos en un mar de alegría y diversión, sino también fortalecemos nuestros lazos comunitarios, honramos nuestras tradiciones y celebramos la riqueza de la diversidad cultural que nos rodea. En cada baile, en cada nota de música, nos reafirmamos como parte de algo más grande y significativo”.