La salvaguarda del patrimonio cultural subacuático, el impacto de los megaproyectos en el salvamento arqueológico, los desafíos en seguridad que implican los robos y saqueos en las zonas arqueológicas y la urgencia de otorgar más presupuesto al arte rupestre, fueron solo algunos de los puntos que se abordaron en el Programa Sectorial de Cultura.
También se habló del renacimiento del juego de pelota prehispánico, la introducción a las escuelas de los bordados mayas, una mayor difusión de la trova yucateca, impartir talleres de títeres en las comunidades, respetar la tauromaquia y utilizar más las plataformas digitales para promover el patrimonio.
La diversidad de temas analizados fue clave en la tercera jornada de las Reuniones de Consulta hacia el Programa Sectorial de Cultura, convocadas por la Secretaría de Cultura federal, que inauguró Diego Prieto, director del INAH.
En días pasados se llevaron a cabo distintas mesas en torno al patrimonio y la diversidad cultural de México, en las que se presentaron 74 de las 100 ponencias recibidas, en el Museo Regional de Antropología, Palacio Cantón, de Mérida (Yucatán).
“Necesitamos fortalecer el estudio, la salvaguardia, la defensa jurídica y la difusión de nuestro patrimonio cultural. Pero igualmente su disfrute social, dado que no se trata de un asunto que solo concierne a los especialistas; el patrimonio es para que lo perciba, valore y se lo apropie la gente”, mencionó Prieto.
La arqueóloga Diana Arano abrió la primera mesa, “El estudio y la conservación del patrimonio cultural: tarea de todas y todos”. Señaló que “actualmente se cuenta con un registro de 600 sitios arqueológicos. El fortalecimiento de capacidades técnicas y humanas es crucial. Dotar a los especialistas de recursos adecuados, equipamiento y formación permitirá abordar con eficacia los desafíos asociados a este patrimonio”.
Manuel Gándara, por su parte, abordó el impacto de los megaproyectos y su prisa en la recuperación del contexto arqueológico. “Su urgencia a veces obliga a registros menos precisos. Un ejemplo es el Tren Maya, que permitió abrir 40 nuevas zonas al público. ¿Quién o cómo se financiará la operación de estas nuevas zonas?”, se preguntó.
El especialista Ricardo Herrera destacó que “el saqueo y el robo han sido un fenómeno preocupante y persistente. Urge reforzar las acciones que hoy se aplican, generar células de trabajo con diversos especialistas, desarrollar herramientas de comunicación para prevenir el robo, nutrir un repositorio digital interoperable con los expedientes de los bienes robados para dar seguimiento expedito”.