Jessy Victorio es una arquitecta que radica en la capital del estado de Chiapas. Desde hace tiempo se ha sentido atraída por los inmuebles que hay en la ciudad; su intención es saber quién los construyó, cómo se crearon, entre otros datos.
Piensa que no es la única que se ha cuestionado lo mismo, y por ello, como parte de su formación académica, se ha dado a la tarea de investigar más sobre construcciones que le llaman la atención y crear una página que contenga dichos datos.
Los interesados en conocer o dar a conocer historias que tengan relación con dichos edificios pueden acercarse a la página www.carmelinaiaurelioarquitectos.com, donde encontrarán más información. Actualmente Jessy exhibe una serie de fotografías en la Fuente de Sodas, un espacio que se encuentra en donde antes era el cine Alameda (calle central, esquina con 1ª Norte).
La arquitecta contó que “Memorias de un centro (no) histórico” es una exposición integrada por ocho fotografías; cuatro de estas son imágenes de edificios completos que se encuentran en una esquina, mientras que el resto son imágenes de detalles arquitectónicos de cuatro construcciones de Tuxtla. Todos ubicados en el “corazón” de la ciudad.
Señaló que para ella es importante retratar y visibilizar estos recintos. “Para que alguien los voltee a ver, porque son parte de la historia del centro, un espacio que no es reconocido como tal (centro histórico), ya que no cumple con ciertos requisitos para poder catalogarlo así”, añadió.
Además, expresó que para ella sí un espacio histórico debido a que ahí se ha suscitado la historia de un pueblo; por eso es que el título de la exposición juega con el nombramiento. Recientemente Jessy empezó a recabar más información sobre los inmuebles que retrató, obedeciendo a su inquietud como arquitecta y aficionada a la fotografía. Por ello pensó que un buen inicio para su carrera sería empezar a explorar algunos hitos históricos de la capital chiapaneca.
Recordó que durante sus años de estudiante vivió en el centro y este pasó a formar parte de su cotidianidad, por lo que creó un vínculo especial con esa parte de la ciudad. Detalló que lo que le llama la atención de los edificios son las líneas verticales y horizontales, y también el concreto, que en años anteriores se usaba muchísimo.
Señala que se siente atraída por los ventanales, los parteaguas y sobre todo, por la línea que tenían los arquitectos durante la segunda mitad del siglo pasado, ya que pese a tener las mismas condicionantes, todos terminaron haciendo cosas distintas, por lo que es interesante ver lo que nos rodea con otros ojos.
Confesó que aún tiene guardadas algunas fotografías, ya que la selección para la citada muestra la hizo con base a los rasgos que compartían los edificios que se exhiben de manera completa. Por otro lado, las fotos que solo muestran detalles de los inmuebles tienen el objetivo de llamar la atención de los espectadores para que estos se fijen y se pregunte en qué punto de la ciudad está la construcción.