En la historia moderna del país han habido crímenes que sacudieron a la población por lo impactante de la historia, los involucrados o por el nivel de sadismo en los asesinatos. Está el caso del “asesino de Cumbres” en el que un joven Diego Santoy Riveroll acaparó los noticieros en 2006 cuando asesinó a dos niños en venganza porque la hermana de los menores terminó la relación con él.

El mismo año también ocupó los titulares Juana Barraza, la exluchadora que pasó del ring a la cárcel por cometer al menos 17 homicidios de mujeres de la tercera edad. A esto estos crímenes se les une el caso de Paulette, la niña que en 2010 desapareció del departamento donde vivía con su familia en una zona exclusiva de Huixquilucan y que tras 10 días de búsqueda en la que todo el país siguió a través de los medios de comunicación la historia, la menor fue encontrada debajo del colchón, en su propia habitación.

Fue en marzo de 2010 cuando esta historia conmovió e indignó al país, pero al pasar de los años la historia se diluyó. Por eso tras revelarse que Netflix estrenará el próximo 12 de junio una nueva entrega de su serie Historia de un crimen, en la que ya ha abordado temas como el asesinato de Luis Donaldo Colosio, en esta ocasión revivirá el caso de la niña Paulette bajo el título La búsqueda.

Fernando Bonilla, con Darío Yazbek y Regina Blandón contarán esta trágica historia en la plataforma streaming. “Creo nuestro país sufre del mal de la falta de memoria y, a pesar de que es un tema no muy lejano, es más fácil para el mexicano olvidar. Es bueno generar discusión sobre temas de interés; más allá del morbo de un crimen, la serie se centra en la investigación, en los vicios de cómo políticamente se abordó, lo torpe y oscuro que fue el caso y cómo reaccionamos como medios y sociedad a esta noticia. Son temas que me parecen pertinentes llevar de nuevo a la discusión pública, que contribuyen a una sociedad más política y a la construcción de una democracia”, detalló el histrión.

El hijo de Héctor Bonilla señaló que la serie tendrá toques de ficción para dar agilidad a la historia y su personaje —un policía corrupto— no se basa en uno de la vida real.