“Escribir es la mejor forma de entender la vida. Para ello, no hay recetas ni fórmulas mágicas. Por eso, el escritor debe ser dueño emocional del espacio donde crea: su escritorio”, afirma el narrador mexicano Federico Reyes Heroles (1955) en entrevista.
“En el escritorio, hay algo de templo, de que ahí puede ocurrir algo fantástico si tú lo propicias, si le das oportunidad al impulso creativo. Es una especie de refugio. En él hay algo de oración inicial”, comenta.
El novelista y ensayista está convencido de que, al sentarse en el escritorio, el creador debe tener qué decir, saber a dónde va y no estar cansado, ni desvelado, ni enfermo, ni enojado. “Debes sentir el momento en que debes ir al escritorio, no antes. El impulso necesita el cien por ciento de la energía”, señala.
El proceso creativo, lo que hay detrás de él, la preparación y la disciplina que exige, los hábitos y las manías del autor, por qué y para qué se escribe, de dónde provienen las ideas que alimentan a un escritor y cuál es el motor que impulsa la creatividad, son los temas sobre los que reflexiona en Misterios del escritorio (Taurus).
A sus 69 años, el autor de seis novelas ha decidido ir tras las huellas de creadores en el arte y la ciencia; y propone un recorrido que parte de su experiencia y sigue la pista de otros escritores que sondearon sus propios procesos.
“En toda la literatura que hay sobre la literatura y sobre la forma de escribir, lo que queda clarísimo es que se logra un grado de concentración superior”, agrega desde el jardín de su casa de San Jerónimo Lídice.
“No estoy haciendo una apología de la escritura por la escritura misma. El libro no es un halago a la escritura, sino que puentea entre la inspiración. Aporta datos científicos que permiten afirmar que la naturaleza y las vibraciones musicales influyen en la creatividad”, añade.
El también analista político dice que “lo que busca es despejar algunos misterios o abrir otras pistas. Invita a tomar esta discusión en serio. No es concluyente. Invita a reflexionar, pero deja que el lector saque sus conclusiones”.