El escritor Luis Antonio Rincón García anunció que ya tiene entre sus manos el reconocimiento que lo acredita como el ganador del Premio Nacional de Novela Breve Amado Nervo.
La ceremonia de entrega se llevó a cabo el 26 de mayo en las instalaciones de la Universidad Autónoma de Nayarit. La institución, través de su página de Facebook, informó que el acto fue parte del homenaje al poeta Amado Nervo. “Se realizó la ofrenda floral en el busto dedicado al poeta nayarita, junto con la develación de dos placas en el Paseo de Nervo, además de efectuarse la premiación del ganador del concurso nacional de Novela Breve”, indicaron.
El narrador publicó en sus redes sociales el texto que leyó al aceptar el galardón. “Es un honor recibir el Premio Nacional de Novela Breve Amado Nervo, a ciento dos años del fallecimiento del poeta de quien, sospecho con justificadas razones, Latinoamérica entera ha recitado al menos uno de sus versos, si no es que se han apropiado de sus poemas, por considerarlos, fidedignamente, como un epítome fantástico, que resume sus afanes, pasiones, destino. Su existencia”, expresó.
“La primera ocasión que recuerdo haber escuchado el nombre de Amado Nervo fue en mi infancia, cuando iba a participar, faltaba más, en uno de los consabidos concursos internos de poesía de la primaria donde estudiaba, con tal puntería e inocencia que, a la hora de elegir entre los poemas que la profesora puso a nuestra disposición, tomé ‘Mi secreto’, pues, a partir de ese título, intuí, iba a encontrarme con un poema de detectives”, continuó.
El autor señala que comparte sus visiones de infancia y juventud en Chiapas, “con el afán de evidenciar la enorme emoción que siento ahora, cuando gracias a la novela ‘La nana Concepción’, mi nombre queda ligeramente unido, a través de un eslabón literario, al nombre del vate mayor que haya nacido en esta tierra nayarita”.
Agregó que por varios años ha estado dedicado a escribir literatura infantil y juvenil, “y fue buscando crear una historia para jóvenes que comencé a reflexionar y recordar a personajes fuertes, poderosos, numinosos y al mismo tiempo terrenales, con quienes me hubiera topado en la vida. No pasó mucho tiempo para que llegara a la conclusión de que varios de esos seres, con tales características, han sido mujeres de la tercera edad, que han formado parte de mi biografía y que con su manera de ser me invitaron a admirarlas”.
En ocasiones, destacó, “los personajes que construimos para poblar nuestros cuentos y novelas son tan poderosos que no aceptan el destino asignado por su demiurgo, y siguen creciendo imparables, hasta conformar historias intensas, ricas en imágenes y capaces de abducir al lector para llevarlo a la realidad narrativa. Eso intuí que estaba ocurriendo mientras escribía ‘La nana Concepción’. Alguna vez intenté oponerme a ese personaje, dominarla por la fuerza literaria; nunca lo logré, así como nunca pude imponer siquiera una idea a mi abuela Angelita”.
Agregó que cuando tuvo la historia completa en sus manos “y la repasé en susurros, línea por línea, supe que tenía una pequeña joya, capaz de sorprender a lectores de cualquier edad y con legítimas posibilidades de aspirar a ganar un premio tan prestigioso como el Amado Nervo”.












