"MdeR. * CP. El poeta, periodista cultural y escritor chiapaneco Roberto López Moreno (Huixtla, 11 de agosto de 1942) reunió en un solo volumen, titulado ""Vuelo de tierra"", los ensayos literarios que se encontraban diseminados en diarios y suplementos culturales, así como en la revista ""Zurda"", de la que fue cofundador.
En ""Vuelo de tierra"", López Moreno se acerca a la poesía desde el asombro y el análisis, dedica textos a José Gorostiza, Rosario Castellanos, Carlos Pellicer, Rafael Alberti, Efraín Huerta y Nicolás Guillén, entre otros, pero también hace la crónica de la cultura de su tiempo, la arquitectura de Ramírez Ponce, la pintura de Susana Campos o la empresa titánica de Aurora M. Ocampo y el ""Diccionario de escritores mexicanos"", publicado por la UNAM en nueve volúmenes, entre otros temas.
La poesía, la literatura y el periodismo corren en paralelo a lo largo de su biografía. ""Aparentemente hay una contradicción entre el quehacer periodístico y el literario, pero a mí me ayudó mucho. En el periodismo siempre estás en el pulso del mundo, en la novedad de los sucesos de la raza humana. El poeta debe estar alerta, tocando al mundo, pero distante. El contraste radica en el espacio que te dan los diarios o los suplementos. Ese torrente de emociones que percibe el poeta, el periódico lo constriñe, de ahí la necesidad del ensayo: la reflexión pausada, con suficiente espacio"", comenta.
En ""Vuelo de tierra"" hace gala de un estilo más cuidado que el del ejercicio periodístico diario: ""La salida, al menos para mí, fue escribir lo que en un periódico no podía publicar, y lo desarrollé desde mi sensibilidad y mis propias técnicas de escritura. El problema es que estos textos se van quedando en el cajón; entonces, este volumen es producto de todo ese material"".
A través de estos escritos, uno se puede asomar a su gusto literario, sus preocupaciones como poeta, sus teorías sobre la técnica literaria:
""Estos ensayos pueden resultar polémicos, porque manejo tesis alejadas de la versión de la cultura oficial, y de la que somos producto. Me refiero a un ensayo donde abordo la trascendencia de dos personajes que forman parte de nuestro ser, aunque no estén sancionados: los escritores Juan Rulfo y José Revueltas"".
El libro, abunda, ""abre con el ensayo 'Águila y Sol: J. R. Vuelo de tierra', porque, para mí, son los dos más grandes escritores que ha dado México en toda su historia. José Revueltas y Juan Rulfo son como una moneda en el aire: Águila o Sol, en el aire de México"".
Esa admiración va más allá y es el centro de su teoría sobre la poesía de América latina: ""Efectivamente, yo planteo que la cultura de América Latina tiene una casa, un espacio, creado dentro de un ángulo recto, la línea horizontal no es más que la tierra y la vertical es la imaginación que de la tierra nace y se vuelve vuelo. Esto se basa en el pensamiento de los antiguos mexicanos: la fusión del águila (la imaginación) y la serpiente (la sabiduría), y que yo he retomado y planteo como el colibrí y la iguana. Ésta es la base de mi teoría del 'poemuralismo', que represento con estos dos símbolos de nuestra cultura Latinoamericana.
""Para mí, Revueltas sería la iguana, porque conoce las entrañas más terribles de esta tierra, y las conoce desde su propia experiencia; y Juan Rulfo, en este caso sería el colibrí, por su imaginación creadora que brota de la misma tierra. Para mí el 'Vuelo de tierra' es el colibrí, es su sabiduría y su pensamiento poético"".
Sobre su tierra, en donde el autor fue reconocido a partir de la publicación de su libro ""Las mariposas de la tía Nati"", en 1973, hace una conjetura acerca de las razones de que Chiapas sea tierra de poetas: ""Yo me imagino que en Chiapas la gente sueña y sufre, y ni su sueño ni su sufrimiento tiene cauce para ser expresado. Chiapas es un lugar muy bello, pero muy saqueado; el abuso de las autoridades es ancestral. Entonces, es un lugar que puedes ver como un paraíso, pero también puede ser un infierno, donde la gente muere, por la miseria, de enfermedades que son curables con antibióticos. La gente no tiene cómo expresar esa rabia, ese rencor.
""Yo me imagino, de forma muy unilateral, que es a través de la poesía que la gente expresa sus sueños y sus angustias. Yo, personalmente, prefiero la obra de poetas como Juan Bañuelos y Rosario Castellanos, que pican profundo en los dolores de la tierra, que sí están comprometidos con los ácidos terrenales y las terribles verdades que, junto con la gran vegetación, también florecen"", señala.
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Roberto López Moreno reúne los ensayos sobre sus lecturas
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