Cuando la actriz Lupita Nyong’o fue enviada a México a los 16 años por sus padres para aprender español, no comprendió en ese momento lo difícil que debió haber sido para ellos dejarla ir sola.
Hija de refugiados políticos kenianos que huyeron del régimen del expresidente Daniel Arap Moi, recuerda haber llamado a su madre para reclamarle: “Estás loca. ¿Cómo pudiste dejarme ir a los 16 años?”.
Ahora, años después, reflexiona sobre ese momento a raíz de su trabajo en la nueva película de Dream Works, Robot salvaje, donde su personaje, Roz, también enfrenta el desafío de aprender a ser madre y, eventualmente, dejar ir a quien ama. “Aunque no tengo hijos, realmente pensé en mi propia madre, pensé en mis padres, y en cómo se sintieron conmigo al dejarme ir”, comenta la actriz en entrevista.
Robot salvaje aborda la historia de Roz (Nyong’o), un robot llamado Rozzum 7314 que, tras un accidente, aterriza en una isla deshabitada. Programada para servir a un amo, trata de ayudar a los animales que habitan la isla, pero por accidente aplasta el nido de un pájaro, dejando solo un huevo intacto. De ese huevo nace un pequeño ganso al que llama Brightbill (Kit Connor), quien la toma como su madre.
“Roz es un robot. Está programada para completar tareas, pero no para ser madre. Sin embargo, se le asigna esa tarea y la vemos convertirse en madre con una inocencia increíble, casi ingenua”, cuenta la ganadora del premio Óscar por 12 años de esclavitud.
Junto a la zarigüeya Pinktail (Catherine O’Hara) y otros habitantes de la isla, Roz aprende a cuidar y amar, enfrentándose a nuevos desafíos naturales y emocionales.