“Si nosotros hubiéramos tenido bailes de perreo (cuando éramos jóvenes), ¡nadie hubiera dicho que no!”, expresa Leoncio Lara, “Bon”, vocalista del grupo de rock que surgió en 1978, Bon y Los Enemigos del Silencio, quien afirma que no hay que satanizar la música urbana.

“Yo siempre he pensado que el rock empezó siendo un género muy grosero, en los 50 eso de menear el bote era muy escandaloso para la época, era música sencilla, pero se decía que era muy tonta y vulgar”, indica el cantante de 58 años.

Esto último, dice, derivó en lo que ahora se oye como rock, junto con todas sus corrientes; lo que al principio era señalado como “zonzo, vulgar y chafa” evolucionó para convertirse en el sonido rockero que ahora suena:

“Ahora veo que la música nueva, como el urbano es muy polémica, lo que logró el rock en los 50, que era escandalizar a todo el mundo, eso está bien; también (el reguetón) ha logrado llevar el español al mercado anglo, eso es algo que no había sucedido durante muchos años”.

Sin embargo, señala que de eso a que el género del reguetón o corridos tumbados deriven a un sonido progresivo o funk considera que no pasará.“No se me hace fácil el camino, pero tiene grandes cosas como la ruptura”, comenta.

Mientras, Sabo Romo añade que todos los géneros que están de moda sirven para entretener. “Además, cumple con su cometido (el urbano): es música lúdica, el mismo origen que tiene el rock, para bailar y echar desmadre el reguetón al igual que el regional mexicano cumplen con divertir, si no te gusta el perreo, no perrees. Si quieren filosofar, lean a Platón, Diógenes, a grandes filósofos griegos y egipcios de la historia, porque aquí no lo van a encontrar, ni en el rock. Si no te gusta, no le aplaudas, es bueno que tengamos opciones”, opinó.