Ruiz Long, creador de ambientes sonoros

Guillermo Ruiz Long, quien ha musicalizado obras de teatro como La guarda cuidadosa, Entrañas, Cronotropo y, más recientemente, Serenata sin ruido, todas llevadas a escena por el grupo Telar Teatro, y Están aquí, con Ismael Gallegos, comparte cómo ha sido el proceso creativo para ambientar las citadas puestas en escena.

Recuerda que la primera vez que le tocó musicalizar fue para el entremés cervantino La guarda cuidadosa, y para lograrlo indagó en algunas armonías clásicas, bajo la orientación de Carlos Ariosto, quien le sugirió que investigara sobre folclor, música clásicas o algunos otros movimientos de la época en al que sitúa la historia.

En ese entonces, Ruiz Long no propuso nada nuevo sino que se basó en ciertos acordes o ciertos temas, lo que ocasionó que la musicalización estuviera muy saturada porque tenía blues, ópera y algunas obras desvariantes.

Destacó que luego de esta primera experiencia, con la que recorrió varios espacios independientes de Tuxtla, comenzó a investigar en cuestiones que tienen que ver con las emociones principales del texto, como la tristeza y la alegría, para encontrar los acordes que transmitieran dichos sentimientos, o ciertas notas para los movimientos graciosos que a veces se dan en el teatro.

Para realizar una banda sonora, Ruiz Long crea un abanico de piezas que quedan sujetas al gusto del director teatral, quien decide qué va y qué no.

Uno de los factores que facilitan su labor con la música, indica, es que las escenas ya estén montadas y que tengan todos los parámetros definidos. “En ese momento llego a ver los ensayos para empezar con un bagaje e iniciar con las propuestas musicales, que presento hasta el tercer ensayo para que el director vaya decidiendo qué pieza se usarán”, explica.

Guillermo, quien también explora en la disciplina de las artes visuales, expone que al componer sus creaciones sonoras, estas se enfocan en lo que él ve y siente, así como en la corporalidad de los actores en escena. De igual forma, recuerda que en la puesta en escena protagonizada por Fátima Rodríguez Faviel, Entrañas, hizo un cover en español de Leonard Cohen, mientras que en Serenata sin ruido y Cronotropo no pudo incluir ninguno.

Comenta que para cada acto hay una propuesta diferente en cuanto a la música: “En uno quizá me sienta como espectador; en otro acto, podría sentirme como el actor para acapararlo y ayudarle a crear una atmósfera efímera de lo que es el teatro, o inclusive puedo llegar a sentirme como el productor o director y ver cómo va mejorando la obra”.

Por el momento, Ruiz solo ha usado la guitarra electroacústica para musicalizar las obras, salvo la de Están aquí, en la que usó la guitarra eléctrica con un arco de violín, un pedal de distorsión y otro instrumento. Y destaca que no siempre hace sonar la guitarra como tal sino que a veces ha echado mano de una técnica en especial para crear una atmósfera como si fuera una pequeña “sinfonía”.