Sacheri alumbra la Guerra de las Malvinas

Sacheri alumbra la Guerra de las MalvinasLa novela fue publicada por el sello Alfaguara. Cortesía

El silencio, y en especial la hondura y la persistencia de ese silencio que cuatro décadas después aún prevalece entre la sociedad argentina frente al episodio de la Guerra de las Malvinas, ese conflicto entre Argentina y Gran Bretaña que duró 72 días, entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982, por la disputa de las Islas Malvinas, es lo que llevó al escritor Eduardo Sacheri a dedicar cuerpo y alma en construir una novela, “me parece que la literatura es una linterna estupenda para iluminar silencios y para preguntarse al respecto”, asegura el narrador argentino.

Aunque en un principio pensó que con Demasiado lejos, que acaba de publicar Alfaguara, abordaría la totalidad de esa historia, el también guionista e historiador, pronto se dio cuenta que necesitaría una segunda parte o una segunda novela, que saldrá a finales del año bajo el título ¿Qué quedará de nosotros? y tiene como protagonistas a los soldados que están apenas insinuados en Demasiado lejos, donde ellos se van a la guerra, y en la nueva obra veremos qué sucede con ellos en las Islas Malvinas, que es una vivencia completamente diferente a la de los que se quedan en Buenos Aires.

Plan original

“Mi plan original era en la misma novela abarcar tanto la guerra en Buenos Aires que es la guerra de los civiles, de los argentinos comunes y corrientes, a la par de la guerra de los soldados, es decir, la guerra de los que habían ido a las islas y habían combatido contra los ingleses. Me di cuenta de que eran tan diferentes las experiencias de unos y otros en relación a lo que estaba sucediendo. La guerra como narración que experimentamos los argentinos que estábamos lejos comparada con la guerra como vivencia y experiencia traumática que vivieron los soldados, era otra narración muy distinta”, asegura el autor de la novela La pregunta de sus ojos, llevada al cine como El secreto de sus ojos.

Aun teniendo como punto de arranque un episodio histórico, la literatura de Eduardo Sacheri explora los hechos desde las personas comunes y corrientes, y Demasiado lejos no es la excepción, reconoce que es una respuesta porque desde allí analiza y piensa la realidad. “No puedo evitar que me interese lo mismo cuando escribo; no es que niegue el peso de algunas individualidades en la toma de decisiones, pero mi concepción de la historia tiene que ver con algo que nos sucede a todos, es decir, en este caso la Guerra de Malvinas no le sucedió ni al presidente militar Galtieri ni a Margaret Thatcher de modo exclusivo, le sucedió a millones de personas que vieron su vida afectada por ese conflicto armado, entonces me resulta más provechoso y más interesante ir a esas personas comunes y corrientes que básicamente somos casi todos los seres humanos”, afirma.

El también autor de La noche Usina y Nosotros dos en la tormenta dice que hoy en día los riesgos son otros en el sentido de la sobreabundancia de fuentes posibles de información y en esa sobreabundancia y horizontalidad donde los riesgos son innumerables a la hora de construir falsas imágenes sobre la sobre la realidad, pero en aquel momento, en los años 80 cuando ocurrió este hecho que aquí cuenta, el riesgo no era la sobreabundancia, sino la escasez monopólica de información que podía tener el gobierno militar.

“Además, realmente eran poquísimas las imágenes, poquísimas las fuentes, sobre todo cada día el gobierno militar emitía dos o tres comunicados que se leían directamente, ni siquiera había imágenes que lo respaldaran ni fotografías, ni máquinas de video, en las que el gobierno militar contaba cómo iba la guerra, pero también es llamativo el grado de credulidad de la sociedad argentina en esas ‘buenas noticias’. Hay como un fervor nacional por creer en las buenas noticias que daba el gobierno militar y por desoír rotundamente cualquier argumento que fuera en una dirección contraria”, señala el narrador.

De ahí que quería hablar de ese acontecimiento en la historia argentina reciente que no ha quedado en el olvido, pero sobre el cual aún persiste mucho silencio, y en cuyos hechos había también la falta de espíritu crítico, “ese es un elemento a tener en cuenta en estos procesos. Pues dice, por un lado, está el bombardeo de información y por otro lado también está qué hacemos los individuos frente a ese bombardeo”.

Otro ingrediente de la historia es el de la guerra y la muerte, de las cuales se hicieron relatos además épicos, cargados de heroísmo y de victoria. “El relato que se construyó, y que la sociedad argentina asumió con ahínco, fue el de ‘no solo vamos a pelear la guerra, vamos a ganar la guerra’, aunque la realidad no fue así”, concluye.