Cuando Pedro Salmerón llegó al Museo Regional de Guadalajara, en junio de 2021, hizo saber a todos los trabajadores que rescataría el lugar del abandono, pero al pasar de los meses, quienes ahí laboran se dieron cuenta de que el nuevo director no tenía ningún interés en hacerlo.
“Ahora sabemos por qué; será el embajador de México en Panamá, el Museo solo fue un trampolín para él”, comenta “Efraín”, quien desde hace 18 años trabaja en este recinto museístico, pero prefiere no dar su nombre real por temor a recibir alguna represalia administrativa.
“Efraín” recordó que desde que él entró a trabajar al Museo Regional ha habido un proceso de desmantelamiento, pues había 16 salas de exposición que se han reducido a cuatro, dos de estas temporales.
“Cuando él llegó, nosotros acabábamos de batallar con una dirección (a cargo de Roberto Velasco), que prácticamente se entrometía en todos los departamentos, en todos los trabajos y con todos los trabajadores, lo que impedía realizar las labores de las coordinaciones de los distintos departamentos. Pero cuando llega Pedro Salmerón, nosotros esperábamos lo que habían anunciado, que venía a levantar el museo, a repararlo y a resarcir todo lo que se había dejado de hacer, pero pasó un mes y nos llamó la atención que no había hecho ni una sola reunión de trabajo”, declaró.