La ceremonia para entregar el Premio Bellas Artes de Dramaturgia Baja California Luisa Josefina Hernández a la actriz y escritora Sandra Burgos García inició a las 13:00 horas de este martes por medio del perfil de Facebook de la Secretaría de Cultura del citado estado.
La autora mereció el galardón por su texto Archipiélago, sobre el cual el jurado calificador apuntó: “La propuesta dramática de la obra incide en temas actuales, los personajes están bien construidos y su trayectoria está muy bien trabajada. La trama es muy buena, y cuenta con una estructura interesante en el manejo del tiempo y el espacio, además de que la pieza expone de manera profunda un conflicto humano desde una perspectiva femenina”.
En entrevista con la actriz de televisión y teatro, mencionó que se siente muy honrada y agradecida por el reconocimiento. Respecto a si creó su texto pensando en incidir en temas actuales, indicó que no, ya que ella empezó escribiendo monólogos de personajes femeninos que imaginó y que al final acabaron por conforman la obra Archipiélago.
Puntualizó que dicha pieza, la cual narra la historia de cuatro hermanas, fue creada pensando en el tema de la vergüenza, pues opina que ha sido muy poco abordado. Y relató que, durante el proceso creativo, ella se decía: “Es que tengo que poner unos personajes que sean muy confrontativos y que puedan hablar o esconder su propia vergüenza”. A partir de ahí, empezó a desarrollar una historia que al final se centró en la desintegración familiar. Agregó que el tema de la separación familiar está en boga, y no solo por el covid-19 sino porque actualmente hay muchos conflictos en las familias.
Por otra parte, comentó que supo de la convocatoria del Premio Bellas Artes de Dramaturgia Baja California a través de la página escritores.org, y que en su faceta como artista busca obtener becas o recursos para continuar creando. Recordó que se tardó un año en terminar el texto, y en los primeros cuatro meses le dedicaba varias horas a la semana, que le servían para ver hacia dónde iba la historia. Después la dejó por un tiempo, antes de culminarla.
Destacó que le encanta el teatro y que su obra Archipiélago está influenciada particularmente en los trabajos de Anton Chévoj y Henrik Ibsen, de quienes ha leído casi toda sus obras y retoma la forma de contar las historias. Muestra de ello —dice la autora— son las acotaciones que hace para detallar cómo se debe desarrollar cada escena.
Aunque reconoce que la forma de plantear sus propuestas puede ser obsoleta frente al tipo de dramaturgia que se escribe actualmente, ella se mantiene fiel a las influencias de los escritores clásicos, sobre todo en la forma de plantear sus arcos dramáticos. Asimismo, refiere que no puede encasillar su obra a un solo género, pues considera que va de la tragedia a la tragicomedia, ya que hay ciertos personajes que tratan de usar el humor, y si bien la protagonista no está luchando contra su destino, sí los está haciendo contra ella misma.
La escritora agregó que desea montar su obra y, aunque actualmente no cuenta con el recurso, su idea principal es llevarla al escenario en los próximos meses.