“Sax”, el virtuoso que le dio su toque al rock

“El Kumbala” apaga sus luces de neón, el “Pachuco” se viste de negro, el gran circo detiene su show. El saxofón de Eulalio Cervantes Galarza ha callado y el rock combativo hace una pausa. “El fallecimiento de ‘Sax’ pone de luto no solo al rock en español sino a toda una generación”, dice el tecladista y guitarrista Iñaki Vázquez, integrante de Fobia.

“Era un músico que destacaba. El hecho de que su apodo haya sido precisamente su instrumento es porque era muy virtuoso, melódico, muy buen arreglista y como no le alcanzaba un saxofón para hacer las armonías que traía en su cabeza empezó a tocar con dos y a hacer unas armonías increíbles”, señala Iñaki.

A él se le deben algunos riffs representativos del género, en temas como “Kumbala”. Para el guitarrista mexicano Javier Bátiz, la partida de “Sax” deja un vacío en el grupo, pero también es algo que pega a la comunidad musical. Bátiz comparte que lo conoció y que en 2015 compartieron camerinos en un festival.

“Sax deja un espacio sin cubrir porque él era el único de un grupo famoso que tenía un saxofonista, era para que siguieran el camino otros músicos y nunca entraron. Se convirtió en un ícono por las cosas que hacía; de repente tocaba con dos saxofones y era muy chistoso. Era un artista completo”, apunta.

“La figura principal de la canción ‘Amnesia’ es una clara influencia del sonido del ‘Sax’, esas notas tocadas en cada compás”, explica Homero Ontiveros, integrante del grupo Inspector, y recuerda que fue en 2002 cuando la escena del ska nacional vio la llegada del disco Alma en el fuego, que en uno de sus sencillos reunió a tres figuras clave: Inspector, la Maldita Vecindad y Café Tacvba.

“Así como a mí ‘Pachuco’ (1991) me puede mandar a la preparatoria, a otros les pasa con ‘Amnesia’, y ese es el legado que algunos tenemos la fortuna de dejar a nuestro paso, canciones que hagan que las personas puedan viajar en el tiempo, que no van a envejecer porque van a seguir siendo escuchadas, y ese legado es el que deja ‘Sax’”, señaló.

El integrante de la emblemática agrupación falleció derivado de las consecuencias de covid-19. “Lalo trascendió de este mundo terrenal para refugiarse en los brazos del señor. Él comienza a disfrutar su vida eterna para interpretar las mejores notas celestiales por ti y por ‘nosotros los otros’”, expresó su esposa.

Un espíritu combativo

“Sax” nació en octubre de 1968. Desde muy joven encontró su pasión por la música, algo particular porque nadie en su familia se dedicaba a este arte; sin embargo, siempre lo apoyaron. Comenzó componiendo y tocando instrumentos de viento de la escuela, lo que le dio recursos económicos, pero su objetivo era estudiar en el Conservatorio en la capital, y lo hizo, encontrando en el saxofón su instrumento de vida.

Así fue como vivía con lo mínimo en la ciudad, buscando oportunidades y mezclando lo que él había aprendido en la educación formal mezclado con lo que él quería hacer: música popular. En ese ambiente en en el que se buscaba darle un valor al rock hecho en español, en los 80, encontró a sus compañeros de proyecto musical y de vida: Roco, Aldo y posteriormente Pato, pues la banda tuvo diversos integrantes.

Desde sus inicios, el grupo se caracterizó por su espíritu combativo. Si bien La Maldita fue su prioridad musical, cada integrante tuvo proyectos y colaboraciones alternas. Apenas el pasado 5 de marzo había lanzado el tema “Otros nosotros”, cuando ya enfrentaba el covid-19.