Se olvidan del pulque, herencia milenaria
A casi tres meses del cierre de la actual administración, piden concretar la designación del maguey, el pulque y las pulquerías como patrimonio cultural inmaterial. CP

Aunque antropólogos, historiadores, investigadores, artistas, tlaquicheros y cocineras tradicionales impulsan, desde hace seis años, el expediente para que el maguey, el pulque y las pulquerías sean declarados patrimonio cultural inmaterial de la Ciudad de México, las autoridades han olvidado consumar el proceso para ello.

Esto pese a que el trámite ya cuenta con el dictamen avalado por la autoridad de cultura local, que aún encabeza Claudia Curiel de Icaza, así como de un exhorto emitido por el Congreso de CDMX, que data de 2023.

Cabe recordar que la SC local emitió una tarjeta informativa el 12 de marzo de 2023 en la que aseveró que “Curiel de Icaza trabaja en la solicitud, siguiendo los procesos establecidos para tener el dictamen sobre la declaratoria del maguey, el pulque y las pulquerías como patrimonio cultural inmaterial de la ciudad”, pese a lo cual el trámite continúa estancado.

Al respecto, Emilio Valdovinos Nava, integrante del grupo Maguey, Pulque y Pulquería (Mappul) detalló que el expediente para la declaratoria se inició desde 2018. “En la SC local, para iniciar el trámite se pidió una serie de firmas (de personas que estuvieran de acuerdo con el tema) para continuar con la solicitud”, explicó.

Posteriormente, dijo, le solicitaron integrar un expediente que aportara todos los elementos históricos y culturales que soportaran la solicitud. Así que los interesados conjuntaron la información histórica, artística, ritual, gastronómica, artesanal y su presencia icónica como parte del paisaje en el cine y la fotografía.

“(El maguey, el pulque y las pulquerías) tienen una gran historia —desde la época del seminomadismo y las ceremonias mexicas—, así que fue posible justificarlo desde el punto de vista tradicional y artesanal, dado que no interviene la industria, y, por tanto, son los saberes de los tlachiqueros los que se deben salvaguardar, porque se están perdiendo”, aseveró.

Además, recordó que, si bien las pulquerías llegaron a ser un ícono de la capital entre 1940 y 1945, “desafortunadamente han disminuido, debido al acoso de los inspectores y a que, ahora, ya no hay licencias para estas, por lo que si quieres vender, tienes que sacar una licencia para restaurante o para vender bebidas alcohólicas”, lamentó.