La serie con la que el creador de La Casa de las Flores vuelve a Netflix. El reconocido director y guionista mexicano Manolo Caro regresa a la pantalla de Netflix con una nueva propuesta cargada de humor negro: Serpientes y escaleras. Manolo Caro se ha consolidado como una de las voces más singulares del cine y la televisión en América Latina, especialmente tras el éxito de La Casa de las Flores, que conquistó audiencias con su estilo y enfoque sobre las disfunciones familiares.
Caro también ha estado detrás de producciones como Alguien tiene que morir y Fiesta en la madriguera, en las que ha explorado diversos géneros que van desde el thriller hasta el musical fantástico, siempre con una estética muy cuidada y un enfoque crítico hacia temas sociales y culturales.
Ahora, con Serpientes y escaleras, el director regresa a Netflix con una propuesta fresca y mordaz, retomando su alianza creativa con Cecilia Suárez para explorar el mundo de las ambiciones, la educación y el poder en México, en esta nueva serie que fue grabada en su totalidad en Guadalajara.
El director y los talentos Cecilia Suárez y Juan Pablo Medina conversaron sobre la experiencia de trabajar juntos de nueva cuenta, lo que tiene que decir esta historia y lo que significó para el director haber regresado a Guadalajara.
¿De qué trata?
En esta historia, filmada en Guadalajara (México), vuelve a confiar en Cecilia Suárez (El jardinero), su actriz fetiche, para que dé vida a Dora, la aparentemente insignificante prefecta de un prestigioso colegio que se ve atrapada en una disputa entre dos alumnos de 8 años. Sin embargo, lo que parecería un incidente sin importancia amenaza con poner en peligro su sueño de toda la vida de convertirse en directora del colegio y eso no puede ocurrir bajo ningún concepto. Este incidente aparentemente trivial desencadena una serie de eventos que pondrán a prueba la ética y determinación de Dora, obligándola a navegar por un entorno lleno de corrupción y rivalidades para alcanzar su objetivo. Es entonces que entra en el juego Mr. Choco —interpretado por Juan Pablo Medina—, un poderoso empresario que, al percatarse de la ambición de Dora por convertirse en directora, el señor Choco decide apadrinarla, ejerciendo presión para que se alinee con él y su causa.