Sinfonietta lucha por mantener sueño

Sinfonietta lucha por mantener sueño

La historia de un niño de nueve años que entró a la Youth Sinfonietta Chiapas es un ejemplo de lo que el director de esta orquesta-escuela, Roberto Peña Quesada, llama el “inmenso talento innato que tiene el mexicano”.

En abril de 2024, cuando salió la convocatoria para formar parte de la Youth Sinfonietta, les abrieron las puertas a los futuros estudiantes y les mostraron los instrumentos; allí, después de ver cómo los maestros interpretaban una pieza, eligieron la clase a la que entrarían. “El lunes llegaron tres niñas. Se les hizo un recorrido por todos los instrumentos que pudieran tocar y usar. Una niña eligió el chelo; la otra, clarinete; una más, flauta transversal”, cuenta Peña.

El niño, cuyo nombre prefiere reservarse el director, escogió, curiosamente, la viola, a diferencia de todos los demás que querían tocar el violín. De inmediato, su maestro notó una habilidad natural.

A los seis meses —continúa el director—, la madre del niño se presentó en la escuela y dijo que su intención era que su hijo tuviera nociones de música, pero también de natación, pintura y baile para aprender “un poquito de todo”.

La respuesta fue que el desempeño del alumno era muy bueno y él mismo lo confirmó: “No, mamá, yo no me quiero mover de aquí. A mí lo que me encanta es la música y lo que me encanta es la viola”. Peña Quesada afirma: “Hoy, para tener diez años, toca una barbaridad”. En su examen sacó las mayores notas, incluso comparándolo con adolescentes, en un nivel más avanzado, que asisten a la escuela.

Orquesta-escuela

Ese es solo uno de los casos entre los 43 estudiantes que integran la orquesta-escuela. También hay una alumna de flauta que hoy tiene siete años y, desde la primera vez que entró en contacto con la música, mostró una pasión pocas veces vista, explica Peña: “Ella se enfermó y la mamá me dijo ‘maestro, no sé cómo hacerle para quitarle la flauta a la niña; le digo que ya no puede seguir agarrando el instrumento porque está enferma de la garganta, y ella casi llora por la frustración de no poder tocar’. Son cosas que pasan aquí”.

El gran reto

Fue el 29 de septiembre cuando la existencia y los retos de la Youth Sinfonietta Chiapas saltaron al panorama nacional ante el cuestionamiento hecho a la presidenta Claudia Sheinbaum. Se hizo público que durante dos meses y medio, 53 instrumentos musicales que fueron donados por la Musik Schule Bantiger a la Youth Sinfonietta Chiapas no pudieron llegar a su destino porque la Aduana del Puerto de Veracruz no los liberó (tiempo en que permanecieron guardados en bodegas de la empresa Golmex Veracruz).

Gracias a la intervención presidencial, a través de la titular del Consejo Asesor Empresarial, Altagracia Gómez, se consiguió que un par de días después la aduana liberara el envío y que no cobrarán más de 100 mil pesos por mantenerlos en bodega.

El origen de la Youth Sinfonietta, cuenta Peña, fue una asociación civil homónima formada en 2021 por un grupo de empresarios que se reunió para apoyar proyectos culturales; de allí emanó la orquesta-escuela. Aunque el proyecto cobró vida hace poco más de un año, el contacto entre Peña y los empresarios de la asociación se dio previamente porque él tuvo el ambicioso objetivo de crear la primera orquesta privada en México, algo que no pudo concretarse, pero dio pie a la Sinfonietta (la asociación no les brinda dinero propiamente, pero está para efectos legales, administrativos, documentación, etcétera).

En el caso de los instrumentos donados, si el proyecto desaparece, estos pasarían a manos de Hacienda, según lo acordado. “El SAT nos hizo firmar una carta, cuando la registramos, de que si se termina la asociación todo va a ser para el SAT”, afirma Peña.

El gran valor de un proyecto emanado de la sociedad civil, como lo es la Youth Sinfonietta, radica también en el contexto bajo el que este opera: en Tuxtla Gutiérrez, donde se encuentra la orquesta-escuela (los niños estudian físicamente en espacios de la Rectoría de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, que no se ocupan en las tardes), hay pocas opciones para una familia que quiere que su hijo se forme en un instrumento desde la infancia; la educación se enfoca en el nivel licenciatura y las otras opciones son las academias, que son mucho más caras y permiten una formación de menos horas al mes.