Snatch: cerdos y diamantes

Snatch: cerdos y diamantes

Es una comedia criminal dirigida por Guy Ritchie en el año 2000. La película sigue a un grupo de personajes excéntricos enredados en un caos de boxeo clandestino, apuestas y la búsqueda de un valioso diamante robado. Protagonizada por Jason Statham, Brad Pitt, y Benicio Del Toro, Snatch mezcla humor y acción en un ritmo frenético que define el estilo de Ritchie.

Esta cinta tiene una trama complicada de explicar. Cuenta varias historias que únicamente se relacionan gracias a un diamante. Esta manera de contar la historia recuerda a Pulp Fiction, y quizá fue influenciado por esta.

Snatch tiene unos personajes muy marcados de diferentes nacionalidades y etnias, cosa que le da mucho juego a las relaciones entre estos. Uno de ellos es Mickey, un gitano número uno en boxeo sin guantes, que habla de una forma que no se le entiende. Todo esto da a entender que es tonto; sin embargo, acaba siendo el más listo de todos, además de uno de los personajes con más profundidad de la película.

Pitt preparó el físico para Snatch y para El club de la pelea al mismo tiempo, con un mismo entrenamiento. Para Snatch no le bastaba con lucir bien, tenía que aparentar ser un boxeador con problemas para contenerse si no quiere noquear al adversario en el primer asalto. Salto de cuerda, movimiento de pies y saco de boxeo durante cinco semanas le dieron entre 3 y 5 kilos de masa muscular nuevos para la película y la apariencia que necesitaba.

Estética y cámara

Esta película tiene una estética muy peculiar, propia del director. Utiliza ángulos de cámara poco comunes, como planos aberrantes. En cuanto al color, siempre es muy apagado, con poco contraste y dándole un tono verdoso. Una de mis escenas favoritas en cuanto a la iluminación es cuando se quema la caravana de la madre de Mickey. La única fuente de luz es el propio fuego, el cual se puede ver en los ojos de Mickey una vez la cámara se acerca.

La cámara en este largometraje no tiende a moverse mucho, pero si que tiene un montaje bastante dinámico el cual me ha llamado la atención en varias escenas. Una de estas es la rapidez del montaje en la escena inicial del atraco y las transiciones utilizadas. También llaman la atención las conversaciones telefónicas, en las que tenemos una pantalla dividida y unos zooms, puestos posteriormente en postproducción, que entran cuando uno de los personajes habla, y se alejan cuando deja de hacerlo.

Los escenarios están logrados, sobre todo en los rings de batalla. En este tipo de escenas la ambientación es clave, y en este caso le han sabido dar ese toque de pelea. En cuanto al vestuario, se ve una diferencia entre las clases sociales. Los de la clase más alta, como “El Ladrillo”, Boris o Tony dientes de bala, van bien vestidos, con trajes y bien peinados, mientras que los de clase más baja, como Mickey, Sol o Tyron, van con vestimenta más normal, cadenas de oro y se les nota más sucios.

Banda sonora

Guy Ritchie quería música de rock, acorde con el espíritu punk de su película. Por tanto, contactó a varios músicos y dio a cada banda y a cada artista las especificaciones oportunas. En su mayoría, bandas de la escena musical inglesa del momento. Ritchie supo integrar los temas con la acción y los diálogos en una banda sonora brutal. En Snatch: cerdos y diamantes encontramos temas de Oasis, Massive Attack, Mirwais y, claro, de Madonna, que en aquel momento era esposa de Ritchie.