En medio de la controversia que significa la utilización de IA para la animación, una película mexicana completamente hecha en el artesanal stop motion no solo abrió el Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG), sino que se presentará la semana próxima en Annecy, el certamen más importante del género, en Francia.
Soy Frankelda, de los hermanos Arturo y Roy Ambriz, fue confeccionada durante tres años con más de 140 marionetas y 50 sets, algunos construidos en un área de 20 metros cuadrados y una altura superior a los tres metros.
La cinta, que retoma a los personajes de Los sustos ocultos de Frankelda, serie que crearon para Cartoon Network, sigue a Francisca Imelda, una escritora del siglo XIX, quien descubre una forma para viajar a su inconsciente y ahí conoce a todas sus creaciones.
El stop motion, que tomó aire en México por Pinocho de Guillermo del Toro en 2022, es la técnica de animación con marionetas manipuladas milimétricamente para que, mediante la toma de 24 fotografías por segundo, dé sensación de movimiento. “En los tiempos de la IA hacer las cosas con las manos es un gran antídoto, es disfrutar los procesos creativos y no solo los resultados. Cuesta obtener los recursos, pero estamos a favor de hacer un cine animado que no esté pensado en hacer chiste tras chiste o diseñado con un estudio de mercado para que la gente compre juguetes, sino que sea una herramienta para los autores”, dice Arturo.
Soy Frankelda es el primer largometraje mexicano hecho por completo en stop motion, técnica que los hermanos han ocupado en el corto Revoltoso, que generó sensación en el orbe: el video de la canción “Hi & low”, interpretada por trío pop danés WhoMadeWho y la reinterpretación de series como Hora de aventuras y Tío Grandpa, para Cartoon Network. “Escribimos la película con el fin de que cualquiera la pueda ver aunque no sepan de la serie. Hay más sets de palacios, callejuelas, ríos, puentes, hicimos toda una mitología para contarla. Que es la primera película en ‘stop motion’, sí, pero más allá de eso es un sueño que teníamos hecho en tiempo récord y esperemos se den cuenta que sí se puede”, expresa Roy.
La cinta tiene entre sus personajes a un mitológico grifo bicéfalo de seis metros de altura que cohabita con una hada voladora de 10 centímetros.
