Menos conciertos, más dinero. Esa es la fórmula que está revolucionando el negocio del entretenimiento en vivo y tiene a la Sphere de Las Vegas como el recinto más rentable del mundo en 2025, según el informe de mitad de año de Billboard Boxscore.
Con apenas 42 fechas programadas en lo que va del 2025, la gigantesca esfera audiovisual ha recaudado 165.3 millones de dólares, superando a los grandes como el Madison Square Garden de Nueva York, el O2 Arena de Londres o incluso al estadio GNP Seguros en Ciudad de México. ¿Cómo lo logró? La respuesta está en la experiencia inmersiva, el talento top y los precios premium.
¿Un concierto convertido en espectáculo sensorial?
El Sphere no es un recinto tradicional. Su pantalla LED envolvente de 16K y su sonido direccional hacen que cada evento se sienta más como una película interactiva que como una simple presentación en vivo.
Durante los shows, el público puede ver galaxias, animaciones psicodélicas o paisajes digitales que envuelven todo el espacio. No es casualidad que los conciertos incluyan dinámicas tan inusuales como repartir cojines para que los fans se acuesten a mirar al cielo visual, como paso en el de la banda Dead & Company.
Pero eso tiene precio: el costo promedio por boleto es de 238 dólares, alrededor de 4 mil 400 pesos mexicanos, casi el doble que en el Madison Square Garden (133 dólares) o el O2 Arena (105 dólares).
¿Menos es más?
Mientras la industria musical global reporta una caída del 28 % en ingresos respecto al mismo periodo de 2024, el Sphere demuestra que la clave no está en la cantidad de conciertos, sino en la calidad y el precio.
Entre sus shows más lucrativos están las residencias de Dead & Company, Eagles y el artista electrónico Anyma. El contraste es claro: el Sphere facturó más que estadios con aforos mucho mayores, y sin necesidad de giras extensas o agotadoras.
¿El futuro del entretenimiento en vivo?
El éxito del Sphere parece marcar una nueva era para la industria: experiencias premium, recintos diseñados para el asombro y precios que los fans están dispuestos a pagar.
Esto podría cambiar cómo los artistas planean sus giras. ¿Veremos más residencias de lujo en lugar de tours mundiales? ¿Se consolidará Las Vegas como la nueva capital global del entretenimiento inmersivo?
Por ahora, una cosa es clara: en 2025, el show no tiene que salir de gira para romper récords… solo necesita una esfera futurista en el desierto de Nevada.