Pryce Cahil es un exgolfista profesional que se dedica en su retiro a entrenar personas jubiladas, cometer pequeñas estafas en bares y pelear constantemente con su exesposa. Su vida parece estancada, pero todo cambia cuando descubre a Santi, un adolescente latino que se cuela en su campo de entrenamiento.
En él, Pryce ve un talento natural para el golf y una posibilidad de obtener fama y fortuna. Decidido a prepararlo y llevarlo a torneos, emprende junto a su antiguo caddie y la madre del chico una búsqueda por la gloria y una segunda oportunidad.
Esta es la premisa de Stick: el swing perfecto, la nueva propuesta de Apple TV Plus, protagonizada por Owen Wilson (Lost in London, Gran Hotel Budapest), quien interpreta a Pryce, un hombre cuya vida se desmorona tras una serie de malas decisiones y que se aferra a su antigua casa, negándose a ceder ante su exesposa, interpretada por Judy Greer. “Recuerdo que mi hermano me contó que cuando jugaba ‘hockey’, los jugadores gritaban ‘¿para qué?’ después de cada mal tiro. Esa pregunta me quedó resonando. En la serie, mi personaje dice que el golf ‘solo te quita y te quita, y finalmente me da algo a cambio’. Ese ‘algo’ es Santi, un joven que para él representa una mina de oro, aunque a nadie le gusta sentirse así, visto por otra persona”, comenta Owen Wilson.
Santi Wheeler (Peter Dager) es un adolescente con una historia marcada por la migración y la pérdida, pero también con un talento natural para un deporte exigente y solitario como el golf.
La serie, creada por Jason Keller —guionista conocido por Ford y Ferrari (2019)—, usa el golf como un deporte, y como una metáfora de la vida: esfuerzo constante sin garantía de recompensa. Dentro del círculo de personajes está Elena (Mariana Treviño), madre de Santi, quien también atraviesa su propia transformación mientras acompaña a su hijo en su camino hacia la adultez y que se aferra a tenerlo con ella. “Elena ve cómo su hijo deja de ser el niño que protegía para convertirse en hombre. Y ella misma vive ese proceso. Tener un hijo es como vivir otra vez todos los procesos, desde el kínder. Para ella, es aprender a soltar, pero sin dejar de cuidar”, dice la actriz mexicana.
Para Pryce, el viaje es deportivo y emocional: una oportunidad para reconciliarse con su pasado y entender el significado real de ganar. “Algo que siempre me ha conmovido y se refleja en la serie es lo importante que es que alguien crea en ti. Me pasó desde la escuela: cuando un maestro valoraba mi esfuerzo, me daba confianza. Eso de sentir que alguien te apoya es muy poderoso”, dice Wilson.