Hoy les presentamos a Jordi Avendaño García, nacido en Comitán de Domínguez, Chiapas. Tiene 40 años de edad, estudió la carrera de Ciencias de la Comunicación y actualmente se dedica a la fotografía y al maquillaje en la Ciudad de México.
Sociable y divertido es la esencia que lo caracteriza, y en entrevista para el periódico nos costó su historia y habló del gusto por su trabajo, así como de sus planes a futuro.
“De pequeño fui muy feliz. Rodeado de una familia amorosa, de pueblo pequeño y de costumbres de casa. Desde entonces fui aficionado a la fotografía e inspirado por mi papá, de quien lo aprendí desde niño. Mi familia siempre cuido de mí. Crecí en un pueblo donde, entonces, imaginar un mundo en el que hoy vivo era prácticamente imposible. A mis hermanas y a mí siempre se nos inculcó el trabajo, desde pequeños, y valores que hoy en día han sido las herramientas principales a las cuales les atribuyo mi éxito en la vida”.
¿De niño qué querías ser?
Simplemente lo que soy ahora. No podría estar más agradecido con la vida, pues desde joven luché siempre por trabajar en lo que me gustaba y no permitirme en ningún momento dejar de hacer lo que hago por tener, tal vez, una estabilidad económica más formal.
Si tuvieras que elegir solo una opción, ¿qué prefieres, hacer fotos o maquillaje, y por qué?
Ambas son partes fundamentales de mi vida. Las dos, en su momento, me han dejado gratificaciones y, lo más importante, recuerdos inolvidables.
¿Maquillaje social o editorial?
El ver un maquillaje editorial mío plasmado en un reportaje o artículo de alguna revista y pensar que en todo el mundo se está viendo es indescriptible; mi mundo se llena de alegría de solo pensarlo. Y en un maquillaje social hay mil historias que contar. Al ver el rostro de una novia, una quinceañera o una persona que va a celebrar algo especial es indescriptible, y soy afortunado de servir para todas ellas, y lo más importante, que me compartan ese momento, por lo cual no podría preferir uno sobre otro.
¿Cómo fue que llegaste a tu entorno laboral actual?
Esta historia comenzó en el 2006, ya que por obra del destino terminé trabajando como Coordinador Estatal de Nuestra Belleza Chiapas, ahora Mexicana Universal Chiapas, en el que conocí a la directora nacional, y hoy mi gran amiga, Lupita Jones. Fue ella quien me dio la primera oportunidad para trabajar en la Ciudad de México en Televisa. Desde entonces ha sido una historia sin final, la cual me ha llevado por caminos que nunca imaginé, trabajando para personalidades tanto nacionales como internacionales y plataformas que admiraba desde pequeño.
Sabemos que has trabajado con muchas famosas, ¿nos podrías mencionar algunas?
Lupita Jones, Marisol González, Inés Gómez Mont, Claudia Martín, Verónica Castro, Marlene Favela, Tania Ruiz, Demi-Leigh Nel Peters, entre muchas otras.
Cada una de ellas ha aportado cosas importantes a mi vida, logros profesionales, y además puedo presumir que todas son amigas mías, quienes me han apoyado a crecer como profesional y además me han hecho parte de algún momento de su vida, y se los agradezco tanto, pues gracias a ellas esta historia puede ser contada.
De las famosas, ¿quién se ha convertido en tu mejor amiga?
Sin duda alguna, Marisol González, quien no solo se convirtió en mi amiga, se volvió parte de mi familia. Hemos estado juntos desde que esta historia comenzó tanto para ella como para mí, y tengo la fortuna de haber compartido con ella momentos tan especiales en su vida, así como ella los ha compartido en la mía.
La primera vez que maquillé a Marisol fue para Nuestra Belleza México, antes de partir a Miss Universo, y desde entonces nuestro camino nos llevó a vivir juntos y a recorrer el mundo buscando y conquistando nuestros sueños. Siempre estaré agradecido con ella, pero sobre todas las cosas, siempre ocupará un lugar en mi corazón muy especial porque hemos mantenido esa amistad como el día uno. Al día de hoy nuestros caminos se han abierto a nuevos objetivos profesionales pero no dejamos que nada nos separe, pues siempre estamos para cuando nos necesitamos.
¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Lo que más me gusta es ver los resultados del trabajo en conjunto: peinadores, fotógrafos, manicuristas, maquillistas, estilistas, y cada trabajo que hago me emociona como si fuera siempre el primero.
¿Hay algo que te disguste de tu trabajo?
Creo que como en todas las profesiones siempre hay días fáciles y difíciles, pero en realidad no hay nada que me disguste de este. Todos los días aprendo algo nuevo, conozco gente profesional a la cual me gusta aprenderle cosas y, lo más importante, creo sonrisas.
¿Cuál ha sido tu mejor experiencia?
Mi mejor experiencia sin duda fue trabajar con Fernando Botero y Naty Abascal para la portada de Hola! México y en realidad eso fue como estar soñando.
¿A quién admiras?
Como fotógrafo a Adolfo Pérez Butrón, ya que desde pequeño seguía su trabajo con celebridades como Madonna y Thalía, y con quien, en recientes fechas, tuve la oportunidad de trabajar maquillando para su lente. Y como maquillista a Javier de la Rosa, a quien tengo el privilegio de llamarlo maestro, pues he tenido la oportunidad de aprender de su mano y de crecer por él.
¿Cuáles son tus hobbies?
Salir de compras y ver películas. Cuando tengo tiempo me gusta estar en casa y descansar. Una vez al año planeamos un viaje fuera de México, pues me gusta conocer diferentes lugares y su cultura. Las maravillas que hay en este mundo no dejan de sorprenderme.
¿Cuáles son tus planes a futuro?
Tengo muchos planes, pero la realidad es que a un futuro próximo tenemos un proyecto gourmet en la Ciudad de México con mi pareja, y también poder expandir mi trabajo a través de las fronteras. Mi sueño es poder trabajar para las más grandes celebridades de la pantalla internacional, y por supuesto el maquillaje y la fotografía, que están encarnados en mí.
¿Qué consejo le darías a quien quiera dedicarse al maquillaje o la fotografía?
Preparación, constancia y aprendizaje. Son las claves del éxito, y que salgan a comerse el mundo y si en algún momento del camino encuentran un muro, construyan una escalera para brincar, que nada los detenga. Y por último, siempre darle gracias a Dios porque estar en paz y agradecidos es parte del éxito.