El Taller de Artes Plásticas Rufino Tamayo cumplió 50 años de existencia y por ese motivo la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca, dependencia encargada de la administración del mismo, compartió una entrevista con Carlos Kauffmann, artista plástico y alumno de la primera generación.

Kaufmann relata que el espacio surgió por iniciativa del artista Roberto Donís, quien expresó a Rufino Tamayo la inquietud de crear un lugar para que las y los estudiantes de la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), pudieran practicar lo aprendido en las aulas.

La primera locación, relata el creador, fue en Murguía, en el centro de la ciudad, donde una primera generación de entre 14 y 17 estudiantes, trabajó para perfeccionar sus habilidades en dibujo, pintura, grabado, entre otras disciplinas artísticas que poco a poco, les abrieron espacios para exponer sus obras.

“Esa era la libertad que teníamos nosotros, cada uno desempeñaba su labor, su técnica y, realmente, era un laboratorio de experimentar, más que nada. Hoy en día están trabajando, desafortunadamente, pues algunos ya partieron, ya se fueron. Nos sentimos orgullosos, realmente, de los que todavía estamos trabajando a los 50 años del aniversario del taller”, relata el artista.

En ese entonces, recuerda, no había galerías, ni talleres para que las y los jóvenes artistas pudieran llevar sus obras, por lo que el Taller Tamayo, se convirtió en un referente que, con el tiempo fue admitiendo a más alumnos. Actualmente, tiene como sede la Real Alhóndiga de Antequera, en la calle de Aldama, en el centro de la ciudad, donde ofrece cursos de dibujo, pintura, escultura, grabado, litografía, cerámica, entre otros.

Como parte del aniversario número 50, se prepararon diversas actividades como una exposición del acervo del taller, charlas, una calenda y una intervención musical de la Banda del Estado.