A Tania Rincón el Año Nuevo la pone nostálgica. La conductora ve esta celebración como una oportunidad para detenerse y reflexionar sobre las metas que consiguió y lo que no logró en los meses previos; para ella, hacer un recuento que incluya los malos momentos es necesario y aleccionador.
“Me sirve mucho porque además es un momento de agradecer lo bueno y lo malo, porque también lo malo son aprendizajes y a veces te dejan mucho más que lo bueno y son experiencias que a veces no valoramos”, reconoce la presentadora en entrevista.
Este año, por ejemplo, uno de los grandes aprendizajes que recibió, aunque difícil, fue enfrentar al covid-19 mientras iniciaba la grabación del programa Guerreros, lo que la obligó a aislarse no solo de sus actividades profesionales, sino también de su familia; lo que más le dolió, reconoce Tania, fue distanciarse de su pequeña hija Amelia, quien apenas tenía cinco meses de edad.
“Fue como una sacudida para que entendamos que, si no tenemos salud, no tenemos nada, te hace valorar muchísimo a tu gente cercana, yo estaba muy preocupada porque estaba amamantando a Amelia, ella estaba muy chiquita y eso me partía el corazón porque no podía estar cerca de mis hijos, que gracias a Dios no se contagiaron, tampoco mi esposo y ahora estoy muy consciente de que es una enfermedad con la que no se juega”, acepta.
Hace dos meses se unió al equipo de conductores del programa Hoy, donde poco a poco ha ido ganando lugar, y esto es, dice, gracias a la disciplina y el esfuerzo.