Teobert Maler, una mirada secreta

El Instituto Iberoamericano de Berlín y Memórica exhiben parte del acervo del explorador austroalemán, con documentos poco conocidos. Teobert Maler (1842-1917) fue uno de los muchos cadetes que llegaron de Europa a tierras mexicanas, en diciembre de 1864, para apoyar a Maximiliano de Habsburgo y luchar en  contra de las tropas de Benito Juárez.

Pero tras el fusilamiento de Maximiliano, en junio de 1867, y la caída del Segundo Imperio Mexicano, Maler decidió quedarse en México y se convirtió en uno de los primeros exploradores que arribaron a la región del río Usumacinta.

Fue así como se convirtió, a finales del siglo XIX y principios del XX, en un reputado mayista que exploró y registró el sitio arqueológico de Yaxchilán, en Chiapas, como devela la exposición digital Yaxchilán, en la mirada de Teobert Maler, curada por los investigadores Rafael Fierro Padilla y José Humberto Medina González.

El proyecto para hacer una exposición sobre el trabajo de Teobert Maler en Yaxchilán nace de la colaboración con el Instituto Iberoamericano de Berlín, que nos facilitó el acervo documental de dicho personaje y, así se abrió la posibilidad de hacer una relectura de su importante documentación del sitio, a la luz de lo que actualmente se conoce después de décadas de avances epigráficos en el desciframiento de monumentos inscritos y trabajos arqueológicos no solo en Yaxchilán, sino en sitios ubicados en los alrededores”, dice Rafael Fierro Padilla.

“Maler fue quien hizo la descripción y la documentación fotográfica más completa de los sitios arqueológicos localizados a lo largo del río Usumacinta en Chiapas. En Yaxchilán, no solo dibujó planos, cortes y alzados de varios de los edificios, sino que también trazó un mapa muy preciso de la distribución de los conjuntos de estructuras y de los monumentos esculpidos (dinteles, altares y estelas), asignándoles una nomenclatura, que, al día de hoy, se sigue utilizando”, añade.

La muestra se divide en cuatro salas. La primera remite a esos exploradores iniciales que llegaron a Yaxchilán y el área maya, donde figuran Alfred Maudslay y Désiré Charnay. La segunda se centra en Teobert Maler, su infancia y juventud en Europa, su llegada a México, su afición a la fotografía y su exploración en el área maya. La tercera es un recorrido por el Yaxchilán que apreció Maler, a partir de sus descripciones, planos y fotografías; incluye un mapa actual de la zona arqueológica, y cierra con la revaloración de su obra, así como la importancia en estudios epigráficos y arqueológicos posteriores sobre Yaxchilán y en los sitios del río Usumacinta.

¿Cuáles son algunos de los documentos más destacados que muestran en la plataforma?, se le pregunta a Humberto Medina. “Se pueden mencionar las fotografías de los monumentos epigráficos de Yaxchilán, que durante varias décadas fueran consultados por especialistas de la escritura maya, y a partir de ellas se lograron avances significativos, no solo en su desciframiento, sino también en la lectura de acontecimientos históricos que sucedieron en Yaxchilán y en otros reinos mayas”, señala.

También, refiere, “son de relevancia las imágenes fotográficas y dibujos de las edificaciones de esta antigua ciudad, por el estado de conservación que aún guardaban los mismos. Finalmente, resultan interesantes los diarios de campo que escribió Maler de sus recorridos por el Usumacinta y algunas notas redactadas por él sobre las tensas relaciones que sostuvo con el Museo Peabody de la Universidad de Harvard y de la percepción que tuvo sobre el poco profesionalismo de algunos arqueólogos norteamericanos que comenzaron a trabajar con esa institución después de que (Maler) saliera de ella”.