Antes de que Cathriona White se suicidara vivió una relación con Jim Carrey, que su terapeuta ahora reveló como tormentosa, obsesiva y desastrosa: luchaba por comer y dormir y recibía tratamiento por sus constantes vómitos, causados por la ansiedad que experimentaba.
El 18 de julio de 2003 Cathriona admitió que estaba en un punto de la relación donde solo quería “detener todo”, esto fue incluido en los expedientes médicos de los doctores de White y han sido citados por los abogados de ambos, Carrey y la madre de White, Brigid Sweetman, en su demanda por muerte injusta contra el actor.
Notas de las sesiones y mensajes de texto obtenidos por DailyMail.com revelan que Cathriona White había estado viendo a Carrey por solo 6 meses cuando, de repente, rompió la relación.
Esto ocurrió después de que White había sido contagiada con enfermedades de transmisión sexual pero antes de que recibiera los resultados de los exámenes.
Ella había visto las lesiones en los genitales de Carrey, pero él le había dicho que eran irritaciones propias de haberse afeitado.
White comenzó a ver su terapeuta en el mes de octubre y le contó sobre los “problemas” de Carrey. Lo describió como “bajo y oscuro” durante una sesión de noviembre. Durante esa misma sesión del 4 de diciembre le dijo que estaba aterrorizada cuando vio a Carrey destruir una computadora contra su pared.
También dijo que le resultaba bastante penoso lo que hacía el actor: “La enviaba a su casa cuando se le antojaba y no la volvía a llamar hasta días más tarde, cuando quería compañía”.