Es poco sabido que existió el proyecto de crear un museo dedicado al Segundo Imperio, en el Alcázar del Castillo de Chapultepec. En 1916, el primer jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza, instruyó reunir los remanentes materiales de la fallida aventura imperial. Su homicidio, en 1920, siendo presidente de México, trastocó la consolidación de esa empresa; no obstante, heredó valiosos testimonios de ese periodo al que se convertiría en el Museo Nacional de Historia (MNH).
A partir de dos pianos que pertenecieron al emperador Maximiliano de Habsburgo y a su esposa Carlota, los cuales pueden admirarse en la Sala de Música del recinto, el historiador del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Axayácatl Gutiérrez Ramos, aborda la cruzada que emprendió el gobierno de México para recuperar los materiales dispersos del Segundo Imperio.
Al desmoronarse el gobierno de Maximiliano, explica, los objetos que pertenecieron o estuvieron ligados al mismo y, sobre todo, al emperador y la emperatriz, se dispersaron a manos de allegados al malogrado régimen, así como de vendedores, oportunistas e, incluso, saqueadores.
Efectos personales de la pareja imperial, como alhajas, vestuario, enseres domésticos, mobiliario, documentos y mechones de las barbas del emperador, que le fueron cortadas después de su fusilamiento, así como pañuelos empapados de su sangre, fueron adquiridos e intercambiados de forma vertiginosa.
Algunos de los objetos se salvaron de la dispersión, al quedar olvidados en dependencias como Palacio Nacional y el mismo Castillo de Chapultepec. Tal es el caso de la vajilla de plata Christofle, que fue parte del menaje que Eugenia de Montijo, aristócrata española y esposa de Napoleón III, emperador de Francia y patrocinador de ese gobierno, les obsequiara antes de su partida a México.
El responsable de la curaduría de Mobiliario y Enseres Domésticos del MNH señala que tras la etapa más virulenta de la nueva República y amainados los ánimos, comenzó un lento y constante proceso para reunir trofeos de guerra, testimonios históricos y reliquias del periodo, conservados mediante herencias familiares, así como por coleccionistas, partidarios nostálgicos del imperio y anticuarios.