The Fabelmans

Comparándolo con las últimas películas de Spielberg, un aspecto que mejora demasiado es la escritura. Y es que a través de una mezcla de entre la ficción y la realidad con la historia de Sammy Fabelman (que es la representación ficcional de Spielberg) y su peculiar familia, el director y su guionista Tony Kushner relatan una trama dónde el realizador aprovecha su autobiografía para explicar de manera hábil el origen de su manufactura como cineasta a través de su desarrollo personal.

Balance entre la técnica y el corazón

¿Que Spielberg siempre fue un director que en los apartados visuales y técnicos le encantaba innovar? Quizás fue por la inspiración (y herencias) que encontró en la figura de su padre (ingeniero), quien en la cinta es retratado como un genio en su campo, pero también como una persona metódica y ordenada

¿De dónde encontró el ADN de artista? Quizás fue a través de la figura de su mamá, quien tenía talento como pianista y cuyo tío se introdujo en la meca del Hollywood de finales de los 20. Su madre es retratada como una persona amorosa y apasionada

Quizás es también por eso que en su cine encontramos un balance, siendo un pionero en lo que se refiere al cine comercial al saber respetar los elementos técnicos fundamentales, pero a la vez a imprimiendo a sus películas de cierto grado de encantó y calidez. La fusión casi perfecta entre el corazón y el cerebro, que fue ideal para hablarle a través del cine al ciudadano común.

La cursilería explicada

Uno de los rubros más criticados de Spielberg es los sentimentaloide y manipuladoras (emocionalmente) que pueden llegar a sus películas. Si bien esta crítica es hasta cierto punto válida, y puede gustarnos o no ese estilo, en The Fabelmans explica porque muchas de sus cintas (incluso esta) se encuentran impregnadas de esta emotividad.

Primero viene relacionado por una necesidad de control de alguna situación exterior, que como tal no podía ejecutar en la realidad, por lo cual la ficción es el único camino donde se permitía materializar este ideal; segundo, porque de acuerdo con el retrato de su familia (especialmente de su mamá), era un bálsamo para enfrentar este tipo de situaciones no como un escapismo, sino como una manera de bajar la hostilidad.

Si bien estará la discusión (y dependiendo al gusto) del tono que algunas veces se deberán presentar los dramas y tragedias, creo que mientras uno siga los axiomas técnicos del séptimo arte (especialmente lo referente en escritura), cualquier cosa es válida en el mundo del cine.

Si bien las cintas de Steven algunas veces terminan por no cumplir porque en ocasiones la escritura tiene un bajón y la costura de la melcocha se nota un mas, tiene películas donde incluso los elementos narrativos y técnicos llegan a ser perfectamente ejecutados, y donde lo enternecedor y lo emocional suelen ser orgánicos y no se sienten como una salida fácil.

El cine como herramienta

El guión no solamente ha mostrado la esencia del cine de Spielberg como figura sino también el cine como una herramienta para diferentes propósitos. Sammy filmaba películas para entretener a su madre, amigos y familia, representando al cine como una manera de diversión o espectáculo.

Pero también el cine en muchas ocasiones fue una escape a la realidad que lo agobiaba constantemente, y no solamente para él, sino para una parte de su familia que muchas veces necesitaba de las cintas de Sammy para poder relajarse de los tragos amargos que vivían.

Gabriel LaBelle como Sammy Fabelman

El hijo mayor de dieciocho años de la familia, que aspira a convertirse en cineasta. Un muchacho inocente aunque precoz (un chaval de su tiempo, aunque, de algún modo, alienado por su cultura) contempla una revelación que lo sacude y lo asusta, que hace que su mundo privado se tambalee y que le hace emprender un viaje rumbo al ancho mundo que cambiará su vida.

Michelle Williams como Mitzi Schildkraut-Fabelman

Mitzi, la madre de Sammy, es una músico consumada que siente auténtica pasión por su arte, pero que renunció a la oportunidad de ser pianista de conciertos para criar a sus hijos. Basada en la madre de Spielberg, Leah, Mitzi es una persona rebosante de amor por sus cuatro hijos, así como por su marido, Burt. Pero, como muchas mujeres de su generación, Mitzi ha sublimado su propia carrera profesional, sus ambiciones y sus deseos para encajar en las normas y expectativas de la sociedad y para cuidar de los demás.

Mateo Zoryan como Francis-DeFord

Interpreta al Sammy de menor edad, que descubre la vocación de su vida tras ver El mayor espectáculo del mundo y comienza a hacer películas con sus hermanas usando la cámara de 8 mm de su padre.

Paul Dano como Burt Fabelman

Más con los pies en la tierra que su esposa Mitzi, pero no por ello menos complejo e interesante, Burt Fabelman es un veterano de la Segunda Guerra Mundial y diseñador informático pionero cuyo innovador trabajo en los sistemas de almacenamiento de datos le valió enormes progresos profesionales, primero con RCA, y luego con General Electric, una oportunidad laboral que le hizo mudarse con su familia y con su mejor amigo y compañero, Bennie, de Nueva Jersey a Arizona.

Adora a su esposa y le preocupa enormemente su creciente descontento con su vida de ama de casa, pero no sabe muy bien cómo ayudarla. Es un padre amoroso y le encanta ver cómo Sammy madura como cineasta, aunque le cuesta ver la labor de su hijo como algo más que un mero hobby.