Como actor en paro durante 20 años, Michael Dorsiey tiene que reinventarse. El mundo del espectáculo es cruel: siempre quieren gente más joven o más vieja, más alta o más baja, más delgada o más gorda. Nunca eres suficiente. Hoffman interpreta a un actor en un punto muerto de su carrera, que ha de vestirse de mujer para encontrar (al fin) un trabajo interpretativo. Para triunfar, hay que estar dispuesto a cualquier cosa.
Los gags más divertidos de esta película son, inevitablemente, las batallas de Dustin Hoffman con su propio aspecto físico como mujer. Depilarse, maquillarse, llevar tacones, arreglarse la peluca... Ser mujer (la mujer que se espera de la sociedad, al menos) es una tarea que requiere mucho esfuerzo, tiempo y dedicación. “No sé cómo las mujeres pueden ir guapas y no morirse de hambre”, dice el protagonista en un momento dado. Uno de los aspectos que más sorprenden, además, es el retrato que Hoffman hace de las consecuencias de esa presión por la belleza: la inseguridad y la falta de autoestima por no alcanzar los estándares.
Si hay una lección que nos ha dejado Tootsie (1982) es, sin duda, la capacidad reparadora de la empatía. El personaje de Dustin Hoffman no es un hombre claramente machista al inicio de la película; solo un hombre normal en los años 80. Sin embargo, tras ponerse en la piel de una mujer (¡y de una mujer trabajadora!), conoce de cerca todo lo que hay que soportar, los diminutivos cariñosos en entornos laborales, los toqueteos innecesarios, las representaciones sexistas de ellas en televisión... ¿Conclusión? Hay que ponerse en el lugar de los demás para comprenderlos de verdad.
De forma muy sutil, la trama establece paralelismos entre las relaciones de Ron y Julie y de Michael y Sandy, de forma que el personaje de Hoffman se da cuenta de lo capullo (con perdón) que ha sido durante toda su vida con las mujeres. Y es curioso que no se dé cuenta de ello hasta que lo ve desde los ojos de una mujer y afectando a otra mujer que de verdad le importa. La sinceridad, pues, se antoja más importante que nunca para iniciar cualquier tipo de relación, y especialmente si es amorosa.
Dustin Hoffman, el mayor acierto
Desde un principio el proyecto sufrió muchas modificaciones. Tootsie es una película que fue pensada originalmente para teatro y se titularía Would I lie to you? (¿Te mentiría?). Además, en el momento en el que Dustin Hoffman confirmó su participación, se involucró completamente en la producción y proceso creativo, al grado de que el guion cambió para adaptarse completamente al actor.
Otro de los aciertos de Hoffman fue su insistencia para incluir a Bill Murray —cuyos diálogos fueron improvisados—, y al director Sidney Pollack dentro del reparto. En el caso de Pollack, su negativa a aparecer frente a la cámara era tan grande que aceptó hasta que el protagonista amenazó con abandonarlo todo.
Sin embargo, lo más loable es la preparación y el aprendizaje que obtuvo gracias a este largometraje. Para ser convincente, Hoffman asistió a una reunión de padres en la escuela de su hija haciéndose pasar por la tía Dorothy. Asimismo, el actor se inspiró en su madre, así como en primeras actrices como Greta Garbo, para lograr la fuerza que el personaje requería.
Por otro lado, declaró que esta interpretación le abrió los ojos con respecto a los enormes prejuicios que tuvo en su vida acerca de la belleza de las mujeres, al tiempo que le ayudó a entender la situación de desigualdad y machismo que padecen.
Más vigente que nunca
Tootsie puede ser una cinta de comedia, pero su trasfondo es muy poderoso. Aborda la desigualdad de las mujeres en el mundo laboral, los estereotipos en la ficción, el abuso sexual y lo difícil de ser mujer en un mundo machista. El maquillarse, llevar tacones y tratar de ser perfecta no es fácil ni es como toda mujer debiera ser, por ello, este filme transmite valores como la empatía, el respeto y la sinceridad.
Al igual que Groundhog Day, Tootsie ingresó en el Registro Nacional de Cine de Estados Unidos al ser considerada “cultural, histórica o estéticamente significativa”. Además, recibió diez nominaciones al Óscar, aunque solo Jessica Lange obtuvo el de mejor actriz de Reparto por su papel como Julie. Por cierto, esta cinta fue filmada casi por completo en Nueva York y solo algunas escenas se rodaron en Nueva Jersey. Como dato curioso final, y sin ser spoiler, te contamos que el título fue idea de Hoffman y se inspiró en el nombre de una mascota de la familia.