TRADICION

Los tamales son un alimento muy popular en México, y desde luego en el estado de Chiapas, donde existen varios tipos: los hay de dulce y salados, con carne o veganos, envueltos con hoja de maíz o de plátano. Una variedad infinita de sabores.

Todos saben que los tamales deben ser hechos con masa de nixtamal porque su sabor es muy distinto. Este platillo típico de la gastronomía mexicana es común que se sirva en ocasiones especiales como el Día de la Candelaria, el Día de Muertos o algún evento de índole social o religioso.

Se sabe que se consumen desde tiempos ancestrales; de hecho, en https://expansion.mx/nacional/2017/02/01/el-origen-de-los-tamales se explica que su origen se encuentra en las distintas culturas que se asentaron en Mesoamérica y que tenían como base de su alimentación el maíz, antes de la llegada de los españoles.

En el citado artículo que se encuentra en internet, Beatriz Ramírez Woolrich, quien ha dedicado su doctorado en Antropología de los Alimentos del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM al estudio del tamal, afirma que el maíz es el resultado de una mezcla de varias semillas silvestres, algunas de las cuales ya están extintas.

Entre otros puntos, la maestra añade que el grano, tal y como lo conocemos hoy en día, se cultiva desde hace unos 4 mil años y que la elaboración de los tamales empezó justo después de que la semilla estuvo adaptada. Afirma que tras haber perfeccionado el maíz, este tuvo un uso variado, desde la elaboración de palomitas y tortillas en la cultura azteca hasta ser ingrediente de bebidas fermentadas o fortificadas con cacao en el sureste, y por supuesto, el tamal.

Precisó que, al igual que ahora, el tamal era un alimento que se servía en grandes fiestas y que se preparaba para agradecer la fertilidad de la tierra. Pero añade que antes eran más saludables debido al uso de vegetales como calabaza y chile, sin grasa ni carne.

Compartió que tras la llegada de los españoles se fueron incluyendo otros ingredientes. “Con el tiempo, la Conquista y las migraciones, fue mejorando su fisonomía y recibiendo ingredientes de origen europeo, hoy fundamentales en su sabor tradicional, como la manteca y la carne de cerdo, en sustitución de verduras como calabaza, quelites y elotes”, refirió.