Uno de los programas emblema del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (SACPC), antes Fonca, es el Programa de Apoyo a la Traducción (Protrad), que desde 2001 se convirtió en una manera de llevar la literatura mexicana al mundo; para 2013, editoriales mexicanas también tuvieron acceso a un estímulo para traducir al español la literatura de otras lenguas del orbe. Ese programa que beneficiaba a editores, traductores y autores está en el limbo y su existencia en peligro.
Fue en 2019 cuando se dieron a conocer los resultados de la edición 2018 del Protrad, que ese año benefició a un total de 31 editoriales nacionales y extranjeras, y que implicó la publicación de 60 libros en dos años. Han pasado casi cuatro años, los que lleva la actual administración de la 4T, sin que esta convocatoria volviera. Y aunque el pasado 3 de junio muchos vieron con esperanza la emisión de la convocatoria del Programa de Apoyo a la Traducción 2022, esta murió pronto, pues no solo se habían fusionado las dos, sino que se volvió inviable.
Las bases llamaban a “postular un proyecto editorial integral para traducción y publicación de dos o más obras, mediante el procedimiento de publicación recíproca con editoriales extranjeras. Cada editorial mexicana que participe en la convocatoria publicará una obra de naturaleza literaria propuesta por una editorial extranjera que, a su vez, publicará la obra de una escritora o un escritor mexicanos, en una sola postulación”.
La exigencia fue cuestionada de inmediato porque el procedimiento resultaría imposible. Y así fue. La semana pasada, el Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales hizo pública el Acta del proceso deliberativo a través del cual se dictaminó que de 116 aspirantes que aplicaron al estímulo, solo uno pudo completar su expediente, pero al final se dictaminó que no satisfacía “los requerimientos establecidos”.
Entonces se declaró desierta la convocatoria Protrad 2022, con lo cual editores independientes y traductores del país se han quedado sin trabajo, sin dinero y sin apoyos. Gerardo Ochoa Sandy, especialista en gestión editorial, quien conoce el programa y lo ha seguido muy de cerca, que documentó la ausencia de convocatorias para el Protrad y revisó puntualmente las de este 2022, ha cuestionado las reglas de esta edición, su viabilidad por el tema de la “reciprocidad” y tras declararse desierta, augura el final de este programa.
“Yo creo que lo que están haciendo es tratar de anular el programa porque lo dejaron tres años sin que saliera y luego presentan una convocatoria mal resuelta y mal planteada. La solución ahí está y es muy sencilla, pero la que propusieron es un verdadero enredo. El resultado lo comprueba. Para mí es muy claro, la intención es, si no desaparecerlo, sí considerarlo algo no importante al punto de que no sale durante tres años y luego sale con esto. Terrible”, expone.
Cuando se publicó, los editores se pusieron manos a la obra para aplicar, pero se toparon con reglas improcedentes. Hugo Setzer, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), reconoce que desde que conocieron la convocatoria manifestaron su preocupación a Juan Carlos Gutiérrez Bonet, coordinador del SACPC, y a María Isabel Cortés, coordinadora de Protrad, con quien han tenido una comunicación fluida y ágil, sin embargo, asegura que ante lo inviable de los requerimientos los resultados llevan a un desastre.
“Así como están, las cosas no funcionan y entiendo que hay aparentemente una restricción de la Secretaría de Hacienda que dice ‘no podemos darle dinero a una empresa en el extranjero’, pues así con esa decisión, ya condenaron a muerte al programa. Así no va a funcionar jamás”, expresó Setzer.
El supuesto acuerdo o convenio que impide a Protrad dar recursos a editoriales extranjeras, fue impuesto por la Secretaría de Hacienda y la Secretaría de la Función Pública, al menos es el argumento que ha expuesto la coordinadora del Protrad, Isabel Cortés; y ese precisamente es otro de los cuestionamientos de Ochoa Sandy, quien además apunta que, de ser así, corresponde a las autoridades defender el programa.
Además, saca a colación un tema extra: “El recurso naturalmente estaba asignado, no se dice cuánto, eso tampoco lo sabemos, pero ahora se ha perdido o será reasignado a otras actividades de la Secretaría”. Entre los editores no solo la Caniem manifiesta su preocupación, también los independientes han señalado los daños que implicaría para el gremio matar este programa que tantos beneficios ha traído para las letras mexicanas.
Pablo Moya, integrante y vocero de la Alianza de Editoriales Mexicanas Independientes (AEMI), indica: “Es poco creíble que no haya ningún proyecto de traducción que merezca un apoyo por parte de Protrad, parece más bien la continuación de la política de los recortes. Las editoriales independientes, al borde del abismo, necesitan apoyos y estímulos, pero no hay autoridad que voltee a verlas”.
Los traductores, el otro gremio que está siendo afectado con la nueva convocatoria del Protrad, también ha manifestado su preocupación. Arturo Vázquez Barrón, presidente de la Asociación Mexicana de Traductores Literarios, A. C., (Ametli), asegura que la exigencia de reciprocidad es lo que a todas luces complica de manera excesiva el armado de las postulaciones. “Ametli se ha pronunciado desde el principio en este sentido. Como a muchos otros, nos parece que esta exigencia es lo que cambió drásticamente todo el sentido del programa, de manera que volvió incumplibles las postulaciones”, añadió.
Tras la carta se reunieron con la coordinadora del Protrad y acordaron reunirse de nuevo para, con base en los resultados del 2022, hacer el balance de lo ocurrido y hacer las modificaciones pertinentes a las ediciones futuras. Porque la realidad es que la convocatoria de este año fue modificada sin consenso con los editores, traductores y otras instituciones que colaboraban con el programa, como la UNAM y la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
María Isabel Cortés asegura que ellos, como institución, se encuentran “en un proceso de revisión de las bases generales de participación, en preparativos de publicar una nueva emisión tomando en cuenta los tiempos en que las editoriales realizan acuerdos con sus pares, mediante la asistencia a Ferias de Libro Internacionales. Asimismo, nos enfocamos en una simplificación administrativa para que los mecanismos de participación propicien una mejor oportunidad de presentar proyectos que alienten a la traducción y cumplir con los fines del programa”.
Relata además que la Convocatoria Protrad 2022 se publicó el 3 de junio, señalando como periodo para el registro de postulaciones del 19 de agosto al 18 de septiembre del presente año. “En este periodo, 116 personas iniciaron el proceso de registro, sin embargo, solo una concluyó. Es decir, hubo solo un proyecto para el procedimiento de revisión administrativa, evaluación y selección. Dicha postulación no fue integrada conforme a lo establecido en las bases generales de participación. Por lo que no aprobó la revisión administrativa”, dice.
Desde el lanzamiento de la convocatoria se impartieron asesorías a los interesados, en la modalidad presencial y virtual, destacan. Sin embargo, los resultados fueron nulos.