Un cuentero es el que rehace la historia

Raymundo Zenteno recuerda que una ocasión, cuando regresaba a su casa después de una jornada en la escuela de escritores, su padre veía la televisión y en ella había un campesino contando algo; él se sorprendió de la forma en como el señor narraba, por lo que dijo “quiero conocerlo”. Posteriormente se dio cuenta de que el relato era un cuento de Juan Rulfo y que era actuado por un actor.

Pero en sus visitas al campo ha notado que hay personas que saben contar cuentos, y que de hecho, es ahí donde abrevó Juan Rulfo para escribir sus obras.

Por ello, él piensa que los cuenteros no son algo que esten en peligro de extinción, los hay porque los ha escuchado, los ha visto y ha disfrutado de su oralidad.

El escritor y pintor estuvo presente en la galería Rodolfo Disner durante la reactivación de las actividades de la Sala de Lectura Cáscara de mar, donde niñas y niños escucharon las historias contadas por Raymundo como La peor señora del mundo de Francisco Hinojosa, El punto Peter H. Reynolds, Bola de sebo de Guy de Maupassant, Mi cochino amarillo de Satomi Ichikawa y Para qué sirve un niño de Colas Gutman, entre otras.

Comparte que la selección de cuentos lo hizo a partir de su acercamiento con la lectura, echando mano de lo que le ha funcionado en otros espectáculos.

Dijo que lo más le gusta es leer, sin embargo, dentro de sus presentaciones ya no lee los cuentos sino que rechace la historia porque un cuentero es lo que hace, “al igual que Eraclio Zepeda, un cuentero es el que rehace el cuento y lo narra de diferente manera exagerando por aquí y por allá, descubriendo más posibilidades que brinda la trama como tal”.

Precisa que estar con el público infantil no es nada sencillo y quizá por eso escogió la radio donde cuenta sus cuentos sin ver directamente qué es lo que hacen los escuchas.

Durante sus presentaciones ha notado que de pronto quien está disfrutando más de la narración es el adulto porque el niño que lleva dentro resurge, “ese pequeño despierta con el relato y no solo él sino también el que lo cuenta” refirió.

Por otro lado está muy contento de que se haya retomado el proyecto de Radiombligo a través del Sistema Chiapaneco de Radio Televisión y Cinematografía desde el 13 de enero de este 2020, ya que eso quiere decir que se escuchó a los niños y niñas que pidieron el regreso del programa radiofónico.

Destacó que el programa es de las personas que crecieron escuchando las historias contadas por el “Zopilote” y por los niños que venían sintonizándolos. Espera que en los próximos días arregle un detalle que tiene con su plataforma en internet para que pueda compartir el contenido de Radiombligo.