Después de un largo ensayo de la obra musical Un cuento de Navidad, en el Nuevo Teatro Silvia Pinal, Adal Ramones parece, más que cansado, lleno de energía.

Caracterizado como el avaro y amargado señor Scrooge, luce sus arrugas con orgullo y con una amabilidad que siempre termina en alguna broma ocurrente que logra las carcajadas de quienes lo escuchan. Sale a la banqueta y hace algunas poses ahí con toda calma, aunque minutos más tarde hará otra corrida de la obra con la compañía.

Sube al escenario y dirige un poco la escena, junto a un fotógrafo, y luego del clic de la cámara, arropado por los actores que recrean a los fantasmas de las Navidades pasadas, presentes y futuras que forman parte fundamental de la historia, todos sueltan una carcajada, pues seguramente hizo una mueca o un comentario directo a despertar la risa. Su pensamiento no se detiene. No es de los actores que toman el descanso para tirarse simplemente en una butaca, sino que siempre está improvisando, creando voces, haciendo chistes, contando alguna cosa.

Vamos tras él, directo a las entrañas del recinto, a los camerinos. Con mayor comodidad se sienta, se quita el saco y está listo para relatar a este diario su mayor deseo teatral y navideño de este año: que Un cuento de Navidad, que protagoniza y produce, se convierta en un clásico de la temporada decembrina, como lo fue desde el año pasado. “El mayor deseo navideño es ese, lo soñamos desde 2019, cuando solamente se montó en Monterrey, en el Tec, y de ahí dijimos ‘deberíamos hacer de esto un clásico’. En el Tec se compraron los derechos universitarios y solo era para el Tec de Monterrey. Fueron ocho funciones y pensamos en hacerlo profesionalmente. Había sido muy bien montada por exalumnos de difusión cultural de Monterrey y su servidor, de Scrooge” rememora. “De ahí, Diego Cantú, de La Gran Audiencia Entretenimiento, y yo dijimos ‘agarremos los derechos’, pero cambiamos de año y… ¡zaz!, ¡pandemia! En 2021 seguíamos con ese rezago, y en 2022, diciembre lo tenía ocupado con una fabulosa gira que hice con Adrián Uribe, Chavorrucos, que grabamos. Así que 2023 era ya imposible dejar sin usar los derechos, así que contagiamos a otros productores. Hicimos Puebla, Guadalajara, Monterrey y Ciudad de México, entonces en el teatro San Rafael”, cuenta.

“Este año, habíamos hecho ya el trato con el Nuevo Teatro Silvia Pinal, donde antes hice la obra ‘Otra vez papá’. El trato ha sido magnífico y adecuamos la escenografía con un gran puente de madera, donde van los músicos, que no existía el año pasado, y que es muy pesado para llevar al interior de la República Mexicana, así que llevaremos los cambios de telones”, detalla el actor.

“Sabemos que puede haber muchas opciones teatrales, pero para la familia hay pocas y este es un gran regalo al corazón, porque es una historia de empatía, en la que sabrán por qué es así Scrooge; por qué odia la Navidad y es tan egoísta; por qué no se da a los demás y no da amor. Es una historia de empatía, para ponernos en los zapatos de los demás”, expresó Adal Ramones en entrevista.