Una FIL del Zócalo desangelada
La Feria Internacional del Libro termina el próximo fin de semana. Cortesía

Con afluencia media y con stands que rematan libros y saldos de años pasados, la 24ª edición de la Feria Internacional del Libro del Zócalo vivió su cuarto día.

Los stands de la Brigada para Leer en Libertad, A. C.; el Fondo de Cultura Económica y Educal fueron los más concurridos en la tarde, ya que ofrecieron materiales desde los 9 pesos.

Una serie de promociones en los tres casos, que iban desde 3 libros por 200 pesos y otras que ofrecían materiales más actuales por 100 o 150 pesos fueron las preferidas de los compradores, que aprovecharon las ofertas para hacerse de algún ejemplar.

Sin embargo, muchos asistentes no compraron, en algunos casos porque no encontraron materiales llamativos y en otros porque querían esperar para llevar más dinero.

Una editorial que destacó por presentar algunas novedades fue Libros UNAM, que tuvo una afluencia de compradores mediana con títulos de este año, como Canción de Protesta, de Adolfo Córdova, y Agentas culturales del siglo XX, de Graciela de la Torre.

Otra editorial que presentó publicaciones de este año fue Era, que tuvo entre sus libros principales Los brotes de la milpa, del historiador Alfredo López Austin, por 250 pesos. Al contrario, la editorial El Barco de Papel ofertó una gran cantidad de saldos, con precios desde los 10 hasta los 50 pesos. Cabe señalar que algunos libros lucían ya con las hojas amarillas y las cubiertas maltratadas. Y ni las presentaciones lograron captar la atención del público, las carpas estaban semivacías.

En el foro Palestina Libre se presentó el libro Aristas de la vulnerabilidad, coordinado por Geraldine Guadalupe Granados Vázquez, Jorge González Gutiérrez y Yuliana Gabriela Román Sánchez, con un máximo de 25 personas que, atentas, escucharon a los ponentes.

Otra charla desangelada fue la “presentación editorial del estado de Bolivia”. En la carpa Elvia Carrillo Puerto, un concierto de rock encabezado por la agrupación Mercy fue el evento más concurrido, ya que todos los asientos se ocuparon y algunas personas estuvieron de pie escuchando a la banda, que tocó distintas versiones de rock clásico.