Ya no espera la reconciliación

Eduardo Yáñez ha perdió toda esperanza de reconciliarse con su hijo, a pesar de extrañarlo y tener un inmenso deseo de conocer a su nieto, el actor considera que la fractura que sufrió su relación ya no tiene ninguna solución.

De buen humor y dispuesto a contestar los cuestionamientos de la prensa, el actor habló de su hijo, Eduardo Yáñez García, con el que no ha hablado desde hace alrededor de cuatro años.

A pesar de describirlo como "un buen muchacho", Yáñez cree que ya no habrá una segunda oportunidad que puedan darse como padre e hijo, pues los problemas que quebrantaron su relación, hace años, parecen inconciliables. "Claro que extraño a mi hijo, muchísimo, pero no hay manera que nos arreglemos, no, no...", indicó con firmeza.

El actor lamentó haberle dado a su unigénito todo, y a manos llenas, pues, a la luz del tiempo, considera que ese fue el error que cometió durante su crianza: "Desafortunadamente, mi hijo tomó esa onda de ´al fin, nunca me va a faltar´, ´al fin, ahí está mi papá para esto, para aquello´, en cambio, otros padres optan por la disciplina más fuerte y no les dan todo, para que ellos aprendan el precio de las cosas, yo creo que yo exageré con mi hijo".

Pese a la tristeza que le causa, Eduardo estima que, la ruptura que atravesaron, fue un gran aprendizaje para su hijo que, luego de perder su apoyo económico, consiguió un trabajo y hasta formó una familia. "Nuestra separación, yo creo que es lo mejor que le ha pasado a él, ahora trabaja, ya se casó, tiene un hijo y él se tiene que hacer cargo", precisó.

¿Por qué se distanciaron?

En 2017, la bofetada que Yáñez propinó a un periodista, quien lo cuestionó acerca de la relación con su hijo, provocó que la atención de los medios y el público volteara a ver al actor que, más tarde, tuvo que reconocer los problemas que pasaban. A su vez, Eduardo hijo contó a los medios que todo ocurrió cuando su padre lo dejó a cargo de pagar la deuda de impuestos que tenía, la cual oscilaba en más de los 85 mil dólares.

En esa época, el actor viajó a México para someterse a una cirugía urgente de espalda y su hijo, desde Los Ángeles, llevó a cabo todo el proceso para saldar la deuda, para lo que le pagó a un asesor financiero alrededor de 2 mil dólares, situación que habría molestado mucho a su padre.

Cuando el reclamo del actor ocurrió, su hijo lo empujó, cuando tenía solo cuatro meses de que había sido su operación; Yáñez cayó al suelo y, al levantarse y dirigirse al joven, este tomó una silla que alzó, amenazando con lanzársela a su padre. Eduardo hijo reconoció que cometió un grave error y, entre lágrimas, aceptó que estaba arrepentido.

"Agarro una silla yo, la levanté así como enseñándole que se la iba a aventar, que le quería pegar, pero no lo hice. Estuvo muy mal porque un hijo nunca le debe levantar la mano a su papá", precisó.